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Aunque muchos han tomado como un acto enérgico del presidente Andrés Manuel López Obrador el no acudir a la Cumbre de las Américas por la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, esto solamente desnuda lo débil que es visto México por Estados Unidos.
Esta mañana, el mandatario mexicano, en una especie de reprimenda al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó que no acudirá a la Cumbre de las Américas debido a que no se tomó en cuenta su petición de incluir a los mencionados países, criticando las decisiones de Estados Unidos.
Incluso, el mandatario mexicano advirtió que en los próximos meses viajará a hablar personalmente con Joe Biden sobre estas acciones, pues considera que esta cumbre debe incluir a todos los líderes americanos
Durante semanas, el presidente López Obrador estuvo lanzando la amenaza de no acudir a esta cumbre y finalmente cumplió su advertencia, anunciando que será el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien acudiría en su lugar.
Sin embargo, lo anterior solo ha mostrado el nivel real de importancia que tiene México ante Estados Unidos, pues el presidente Joe Biden evidentemente ignoró monumentalmente las peticiones de López Obrador.
Incluso, Joe Biden no ha expresado comentario alguno sobre la decisión de López Obrador y no se espera que lo haga, pues la cumbre transcurre sin mayores problemas y sin que se resienta la ausencia del presidente de México.
Esto debe ser preocupante para las autoridades federales de México, pues se esperaría que el principal socio comercial de nuestro país tomara con más seriedad al presidente, pero quedó demostrado que México solo iba como un invitado más sin mucha trascendencia a esta cumbre.
Habrá que esperar si Joe Biden acepta recibir en la Casa Blanca a López Obrador o vuelve a ignorar olímpicamente lo dicho por el mandatario mexicano.
