Estudian composición de la tela de araña para avanzar en la producción de nuevos biomateriales

Estudian composición de la tela de araña para avanzar en la producción de nuevos biomateriales

Foto: Pixabay

Un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha estudiado la composición de la tela de araña, uno de los materiales más resistentes de la naturaleza, incluso más que el Kevlar, con el que se fabrican los chalecos antibalas. El objetivo de este trabajo es avanzar en su producción sintética.

 

Este estudio ha distinguido entre diferentes tipos de telas de araña y las ha clasificado según la glándula de secreción y la composición proteica, lo que aporta nuevos avances para su producción sintética con aplicaciones biotecnológicas de interés.

 

“La seda de araña es uno de los materiales más resistentes de la naturaleza y al contrario de lo que puede parecer, no todas las fibras de la tela de araña tienen la misma composición ni están secretadas por las mismas glándulas de la araña", explicó Jesús Lavado, uno de los autores de la investigación.

 

De acuerdo con el experto, existen siete glándulas que sirven para la producción de fibras de seda, la ampulacia mayor, ampulacia menor, flageliforme, tubuliforme, piriforme, aciniforme y glándulas agregadas. "La seda que producen cada una de estas glándulas tiene una composición proteica diferente, otorgándole diferentes propiedades físicas. Por ejemplo, la ampulacia mayor produce la fibra que constituye los elementos estructurales de la tela o por cuyo hilo se suspende la araña mientras la teje", indicó el investigador.

 

 

El estudio ha analizado las diferentes proteínas de la tela de araña (MaSp1, MaSp2, MiSp, Flag y TuSp) y se comprobó que la seda producida por cada glándula es el resultado de la mezcla de estas proteínas en diferentes proporciones, por lo que dependiendo de los aminoácidos que contienen cada una de estas proteínas, la tela puede ser más o menos flexible, pegajosa o resistente.

 

“La fibra producida por la glándula flageliforme es muy pegajosa y como hemos podido observar, es la única de las glándulas estudiadas que produce fibras que contienen la proteína Flag", reveló Lavado. "La proteína TuSp solo está presente en las fibras producidas por la glándula tubuliforme, donde además es el componente mayoritario. Curiosamente, ninguna de estas dos glándulas produce la proteína MaSp2", agregó.

 

De acuerdo con el investigador, el conocimiento de la composición proteica de este material es fundamental para avanzar en la producción sintética de sustancias que mimeticen estos biomateriales, además, también servirá para producir sus versiones sintéticas de forma más precisa y similar a la original. "El avance en estos conocimientos podría abrir nuevas puertas para el diseño de futuros biomateriales de alto rendimiento", concluyó Lavado.

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