Familiares abandonan al enfermo mental en “El Batán” por pena, no por falta de dinero

Familiares abandonan al enfermo mental en “El Batán” por pena, no por falta de dinero

Foto: Unsplash

"La sociedad, lo último que quiere es que se enteren que tengo un paciente o un familiar con problemas mentales", afirma la enfermera del sector salud Julieta Pérez Pérez, al señalar que la vergüenza es por lo que la gente abandona a los pacientes de los hospitales psiquiátricos como El Batán.

 

Julieta Pérez, secretaria general de la Sección 82 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, es una enfermera con 26 años de experiencia, por lo que ha visto muchas historias tristes en torno al Batán, cuyo nombre oficial es hospital psiquiátrico “Dr. Rafael Serrano”.

 

 En entrevista con Imagen Poblana, Julieta explica que la gran mayoría de los 200 pacientes que están en El Batán fueron abandonados por sus familias, en muchos casos solamente los dejaron en la puerta del hospital y ni siquiera se dignaron a dar sus datos o pedir ayuda.

 

El porcentaje menor que sí llegó con familia, proporciona datos falsos o se oculta cuando el área de servicio social va a buscarlos, por lo que esos pacientes pasan al abandono, como aquellos que fueron dejados en la puerta.

 

Para Julieta, se trata más de un problema social que económico, pues antes del Seguro Popular, que ahora es el Instituto de Salud para el Bienestar, las consultas costaban 15 pesos y la cuota para hospitalización mensual era de 2,000 pesos.

 

Dichas cuotas ya no están, pues cubriendo los trámites en el área de servicio social, el Insabi las cubre como lo hacía el Seguro Popular, por lo que tener a un paciente ahí es gratis, tratando de facilitarle a las familias su manutención y buscando que no los abandonen.

 

 

Otro fenómeno que ocurre es que las familias parecieran que quieren desentenderse de ellos desde el principio, pues cuando dejan a un paciente y se les dice que lo darán de alta en un mes, si es que el padecimiento es tratable, se niegan a llevárselo para no tener que lidiar con ellos.

 

“Son estancias cortas, estamos hablando de 30 días, obviamente es una valoración, tratamiento y demás, pero cuando el paciente está estable se le habla a la familia y es ahí el problema, porque la familia no siempre está de acuerdo", explica Julieta.

 

En este sentido, recordó que actualmente el hospital no sufre sobrepoblación, pues hay 400 camas y la población actual es de apenas 200 pacientes, pero aun así el personal del hospital no es suficiente para los pacientes que ya tienen.

Notas Relacionadas