Bebés ya podrán vacunarse con Pfizer y Moderna… en Estados Unidos

Bebés ya podrán vacunarse con Pfizer y Moderna… en Estados Unidos

Foto: Xinhua

Después de múltiples ensayos clínicos y análisis para llegar a un consenso, las vacunas de Pfizer y Moderna contra el coronavirus han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), para poder ser aplicadas en bebés mayores a 6 meses y niños de hasta 5 años, el último grupo etario que faltaba de ser inmunizado contra el COVID-19.

 

Un grupo que pasó casi desapercibido en las investigaciones sobre cómo combatir el COVID-19 fueron los niños, niñas y adolescentes, ya que se registraban pocos contagios en las edades de 0 a 18 años. Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) solo el 2.3% de infantes se contagiaron en China, y 19% en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia en 2019.

 

Si bien, los niños tienen menor riesgo de contagiarse, así como menores probabilidades de enfermar gravemente en caso de contraer el virus del SARS-CoV-2, esto no los exime de verse afectados por la enfermedad y desarrollar complicaciones, como dificultad para respirar y afectaciones al metabolismo.

 

La mayoría de los niños enfermos de coronavirus suelen ser asintomáticos, pero es importante recordar que son portadores de virus y pueden contagiar a otras personas. Es por eso que los expertos eran conscientes de los beneficios que podría traer vacunar a este sector de la población, el cual asciende a más 2000 millones de personas a nivel mundial.

 

El que existiera una vacuna contra el coronavirus apta para los más pequeños era crucial, para su salud y proteger a los demás, pero también para mantener a las familias unidas, pues aunque eran poco frecuentes, se reportaron decesos en este grupo de edad.

 

Afortunadamente y gracias a las investigaciones científicas de médicos especialistas, las vacunas para bebés mayores a 6 meses y niños de hasta 5 años son seguras y eficaces. Sin embargo, aún pueden provocar efectos secundarios como la fiebre y la fatiga, pero más leves en comparación con los que experimentan los adultos.

 

Se espera que la mayoría de los padres lleven a sus hijos a recibir sus dosis contra el coronavirus, aunque todavía hay quienes se muestran temerosos.

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