Increíble: las plantas son capaces de hacer operaciones matemáticas

Increíble: las plantas son capaces de hacer operaciones matemáticas

Foto: Pixabay

Las habilidades aritméticas no son exclusivas de los Homo sapiens, pues a lo largo de los años la ciencia ha podido observarlas en otros animales, como tiburones, palomas, macacos e incluso en hormigas. Hace unos años, se descubrió que las hormigas de la especie Catapglyphis fortis son capaces de contar sus pasos cuando salen del hormiguero, lo que les permite regresar con mayor facilidad.

 

En este sentido, algo que no es tan conocido es que cierto tipo de plantas también cuentan con la capacidad de llevar a cabo distintas operaciones aritméticas. Una de las más estudiadas es la venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), una planta carnívora.

 

Esta planta se alimenta de insectos y arácnidos cuando los nutrientes del suelo escasean, para ello, cuenta con una capa de pelos sensores ubicados en la superficie de sus hojas, con los que puede detectar a sus posibles presas. A pesar de esto, un leve contacto con el pelo sensor no es suficiente para cerrar la trampa, pues podría tratarse de una falsa alarma y el mecanismo de cierre supone un enorme consumo de energía, algo que en esas circunstancias la planta no se puede permitir.

 

Con el fin de evitar un desperdicio energético, la planta tiene que “contabilizar” cuántos pelos sensores se han activado antes de dar la orden de cerrar. Pero eso no es todo, ya que la acción se tiene que producir en un tiempo corto. Los científicos observaron que cuando existe un segundo contacto con los pelos sensores, en menos de treinta segundos la planta cierra la trampa para intentar atrapar a su presa.

 

 

Es en ese momento cuando comienza a liberar jasmonato, una fitohormona de origen lipídico que estimula la producción de enzimas digestivas, además, también inicia la expresión de ciertos transportadores encaminados a captar nutrientes derivados de la digestión. Una vez iniciado este proceso, cuantos más sensores se activen, provocados por un intento desesperado de la presa por huir, mayor será el número de enzimas digestivas que se liberen.

 

Por otro lado, las plantas también son capaces de “dividir” para gestionar sus reservas de hidratos de carbono (almidón) para aportar energía a su metabolismo durante la noche. Para determinar cómo funciona este proceso, los científicos estudiaron a la especie Arabidopsis thaliana.

 

En un experimento, diversos tipos de plantas fueron sometidas a noches de duración variable para ver qué sucedía con sus recursos de almidón. Invariablemente, todas las plantas consumieron 95 % de los recursos de almidón que habían acumulado durante el día, sin importar la duración de la noche. Esto significa que, de alguna forma, las plantas eran capaces de evaluar la longitud de la noche para controlar después el ritmo de consumo nocturno.

 

En este sentido, los científicos del Centro John Innes del Reino Unido aseguraron que la planta hace divisiones aritméticas entre dos moléculas, lo que les proporciona información sobre el tiempo que queda hasta la salida del Sol.

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