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La ciudad de Monterrey vive una de las crisis de agua más graves de sus últimos años debido a múltiples factores, aunque ninguno de ellos está relacionado con la falta de infraestructura que provoca que, en Puebla, algunas colonias pasen por este tipo de problemáticas.
En una revisión llevada a cabo por Imagen Poblana se constató que en algunas colonias de la ciudad el problema del abasto de agua es real y es preocupante, como lo califican algunos vecinos de la colonia San Ramón, al sur de la ciudad de Puebla.
En esta demarcación el problema es falta de infraestructura, pues a pesar de que hay drenaje, no hay sistema para el abasto de agua potable en muchas de sus calles, por lo que hay familias que dependen completamente de la compra de pipas para cubrir sus necesidades básicas.
De acuerdo con Margarita, una de las primeras vecinas de esta colonia, el problema fue que muchas de las casas tardaron en regularizar sus predios por lo que sus calles prácticamente no existen y no fueron contempladas para la instalación de tuberías.
Explica que, aunque no es su caso, estos domicilios no cuentan con agua y tienen que comprar una pipa por semana, lo que representa gastos de 300 a 400 pesos, mientras que otras casas donde sí hay red de agua, también compran pipas pero porque solamente cae agua una vez a la semana.
Señaló que si bien San Ramón es la que más problemas tiene por el número de familias que la habitan, hay otras colonias en esa misma zona que atraviesan por el mismo problema y que incluso durante la pandemia recibieron apoyo del Gobierno Estatal con pipas.
Bosques de San Sebastián, Rivera Anaya y más unidades habitacionales
En el otro extremo de la ciudad, en la zona norte, se encuentran dos de las unidades habitacionales más grandes y que también enfrentan el problema del abasto de agua potable: Bosques de San Sebastián y Manuel Rivera Anaya.
Aquí el problema es la irregularidad del servicio pues hay periodos en los que el agua cae hasta tres veces por semana, lo cual pareciera ser suficiente para llenar los tanques de agua de casas.
El problema es cuando pasan de dos semanas a un mes sin que el vital líquido llegue sus viviendas, por lo que algunos vecinos han tenido que adaptar tinacos en sus zotehuelas para guardar agua ante la escasez.
Según algunos vecinos de la zona, el diseño de las unidades habitacionales les impide hacer cisternas a las propiedades que no están en la planta baja, por lo que consideran que el servicio debería ser más regular.
Estas unidades habitacionales no son las únicas con ese problema y tampoco es algo exclusivo del sistema operador Agua de Puebla.
Por ejemplo, la unidad habitacional Volkswagen Sur, en los límites de Puebla y Cuautlancingo, opera con un pozo propio y la administración corre a cargo de un comité conformado por vecinos.
Aunque aquí el servicio no es por medidor, los problemas del agua son continuos y constantemente pasan semanas sin que les surtan el agua, por lo que muchos vecinos incluso han buscado que Agua de Puebla tome el control del pozo con tal de que se regularice su abasto.
El centro histórico
El problema del agua no es exclusivo del norte o del sur, pues en pleno centro histórico hay deficiencias en el servicio, tal y como ocurre en el Barrio de San Antonio, Barrio de Analco y El Carmen.
Aquí el servicio de agua también es irregular pues de caer tres veces a la semana se ha ido disminuyendo al grado de que a veces cae una vez por semana o a veces ninguna.
Esto provoca que muchas familias tengan que comprar pipas de agua que cuestan hasta 500 pesos, que es un precio más caro que el que manifestaron los vecinos de la zona sur.
Colonos de estas zonas han señalado que el agua necesita caer con más frecuencia pues muchas son casas viejas que no tienen cisterna o que no pueden poner tinacos muy grandes en los techos por riesgo de colapso.
