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Con el respaldo del gobierno federal, la administración del gobernador Miguel Barbosa Huerta busca impulsar el lado industrial del Aeropuerto Internacional de Puebla, algo que dos de sus antecesores no contemplaron en su afán por los vuelos comerciales.
Para este 2022, el Gobierno Federal contempla una inversión de 84.9 millones de pesos para el programa de modernización del aeropuerto, lo cual se suma al proyecto del gobernador Miguel Barbosa para comprar 800 hectáreas que permitan ampliar la terminal.
El secretario de Gobernación Federal, Adán Augusto López, hizo público el respaldo del gobierno federal a los planes del gobernador de Puebla para impulsar el aeropuerto y convertirlo en el centro logístico de carga y descarga más importante del Valle de México.
Este sector del aeropuerto es un territorio poco explorado, pese a que la terminal ha demostrado que tiene capacidad para albergar aviones de gran tamaño, logros que contrastan con los fracasos en algunos vuelos comerciales.
Sus números
De acuerdo con las cifras de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), en el primer trimestre del 2022, un total de 6,378 pasajeros abordaron el único vuelo internacional con el que cuenta Puebla: a Houston, Texas.
El número de pasajeros internacionales desde Puebla en los tres primeros meses de este año representan un aumento del 63 por ciento en comparación con los 3,905 pasajeros que hubo en el mismo periodo, pero de 2021.
Con una mayoría de vuelos nacionales, ASA reportó que un total de 160,572 pasajeros viajaron entre enero y marzo desde la terminal aérea en Huejotzingo, lo que representa un 55 por ciento más que los 103,459 pasajeros que hubo el año pasado.
Dos veces ha llegado el carguero más grande
Entre los logros que tiene el Aeropuerto Internacional de Puebla está que en dos ocasiones ha servido para traer toneladas de autopartes para la industria automotriz, en el que es considerado el avión más grande del mundo.
En diciembre de 2017, el Aeropuerto Internacional de Puebla recibió por primera vez el Antonov AN-124, de la compañía rusa Volga-Dneper, con una longitud de 69 metros, una envergadura de 73.3 metros y una altura de 20.8 metros.
En esa ocasión, el avión aterrizó en Puebla con 96 toneladas de autopartes para una proveedora de las empresas armadoras de vehículos en Puebla, proveniente de Alabama, Estados Unidos.
En noviembre de 2020, el Aeropuerto Internacional de Puebla recibió nuevamente al Antonov con más de 107.6 toneladas de autopartes para la planta armadora de autos Volkswagen de México, ubicada en el municipio de Cuautlancingo.
Los fracasos de RMV y Marín
En contraste con los planes que se tienen en el área industrial para el aeropuerto, podemos recordar los fracasos en el área turística, con la cancelación de vuelos por falta de pasajeros.
En octubre del 2020. el Gobierno del Estado de Puebla, a través de la Secretaría de Turismo, anunció la llegada de la empresa Interjet para ofrecer vuelos a Acapulco e Ixtapa, desde el Aeropuerto Internacional de Puebla.
La entonces secretaria de Turismo, Vanessa Barahona de la Rosa, hizo el acercamiento con la aerolínea, pero ante los señalamientos de quiebra de Interjet que surgieron a principios del 2021, se canceló la llegada de la marca y Vanessa Barahona también salió del Gobierno Estatal.
Previo a este fracaso, está el del vuelo Puebla-Dallas que era operado por la empresa American Airlines, la cual canceló la ruta desde el 18 de diciembre de 2018, debido a que ya no era rentable.
Dicho vuelo fue traído a Puebla por la administración del extinto Rafael Moreno Valle, quien a principios de su gestión también trajo el vuelo Puebla-Acapulco, que en su momento estuvo operado por Aeromar, pero que solamente operó entre abril y octubre de 2011.
El gobierno de Mario M. también tuvo su fracaso aeroportuario, pues el 14 de abril de 2005 anunció la ruta Puebla-Nueva York, muy esperada por la cantidad de poblanos que viven en la "gran manzana".
El gusto le duró poco al "Góber Precioso", ya que a principios del 2008 la empresa Aeroméxico dejó de ofertar el vuelo a Nueva York debido a la poca demanda de viajantes.
