Maestros, sorprendidos y molestos por orden de no reprobar a alumnos

Maestros, sorprendidos y molestos por orden de no reprobar a alumnos

Foto: Enfoque

Julián Gómez es maestro de química en una secundaria de Tecamachalco, y fue uno de los miles de maestros que en redes sociales mostró su descontento por la orden que recientemente dio la Secretaría de Educación Pública (SEP) de no reprobar a ningún alumno.

 

“Primero lo hacen de última hora, y después, atentan contra lo último a lo que los alumnos le tenían miedo”, dice Julián en entrevista telefónica con Imagen Poblana sobre esta decisión de la SEP de no reprobar alumnos de educación básica.

 

 

Fue el pasado martes cuando las autoridades educativas federales publicaron en el Diario Oficial de la Federación un decreto, para que los maestros solo puedan asignar calificaciones numéricas en la escala de 6 a 10 a alumnos de primaria y secundaria; es decir, que todos automáticamente aprobarán el año.

 

El argumento de la dependencia encabezada por Delfina Gómez, según el documento en el DOF, es “mitigar los efectos negativos de la pandemia en los aprendizajes, mediante una valoración diagnóstica que permita conocer el avance del aprendizaje de las y los educandos durante el ciclo escolar 2020-2021”.

 

Pero muchos docentes, como Julián, no han visto con buenos ojos esta medida, pues se da a tan solo unos días del cierre del ciclo escolar; además, contempla un supuesto plazo de recuperación pero no los detalles sobre si también en ese período tendrán que aprobar a todos los alumnos.

 

 “No hubo anuncio previo, ya se había especulado sobre la posibilidad pero era eso, una posibilidad, por lo que antier que nos enteramos nos cayó de sorpresa a casi todo el magisterio”, expuso Julián.

 

En sus nueve años de carrera magisterial Julián no ha reprobado a ningún alumno, pero si ha negociado la calificación aprobatoria con trabajos extras o algo que haga que el alumno se esfuerce por aprobar su materia.

 

“Mi calificación no determina que pasen o no el año, pero sí los puede mandar a extraordinario y afectar su promedio, pero siento que finalmente el efecto es más negativo que positivo ya que no hay interés de esforzarse”, explicó.

 

Para Julián se debió mantener la posibilidad de reprobar pues la mitad del ciclo escolar fue presencial, y aunque aún muchas escuelas no han vuelto del todo a la normalidad, las clases se dan y la tarea se entrega.

 

 Respecto al control de los adolescentes a través de las calificaciones, consideró que quizá antes era algo que les preocupaba a los alumnos, pero en su experiencia reciente ya no es funcional.

 

No obstante, reconoció que las clases en línea lapidaron el esfuerzo de muchos estudiantes y el saber que, sin importar lo que hayan dejado de hacer en el año pasarán, repercute negativamente, incluso en los alumnos de más altas calificaciones pues ven disminuido el valor de su esfuerzo.

 

La decisión de la SEP solo aplica para el curso escolar que está por concluir, pero los educadores no descartan que pueda repetirse el próximo año como una medida para ocultar que las clases en línea no fueron efectivas.

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