Acechadores de niños, sigilosa amenaza que siempre ha estado presente

Acechadores de niños, sigilosa amenaza que siempre ha estado presente

Los videojuegos y las redes sociales han sido tema de conversación en los últimos meses debido a que son herramientas que algunos criminales y depredadores usan para captar niños con intenciones delictivas.

 

Antes de la aparición de estas plataformas, diversos peligros ya estaban presentes para los menores de edad en otros lugares que ahora son menos concurridos o que han pasado a segundo plano.

 

Hace 20 años todavía era común oír hablar acerca de los locales de videojuegos, pero en el modo arcade, o conocidos comúnmente como “maquinitas”, los cuales eran frecuentados por muchos niños y adolescentes.

 

Estos sitios proliferaban muy cerca de escuelas, parques, unidades habitacionales y colonias populares, varios de ellos parecían ser adecuados para que algún delincuente pudiera captar algún niño con intenciones de abusar de él o inducirlo a cometer un crimen.

 

En estos locales sin supervisión paternal, muchos pequeños podían pasar horas, lo que los convertía en el objetivo perfecto para ese tipo de personas, por lo que se trataba de un riesgo presente desde antes de las redes sociales.

 

En algunos establecimientos también se daba la venta de drogas, el consumo de alcohol y eran frecuentados por miembros de algunas pandillas, por lo que solían haber varias riñas, dependiendo mucho del lugar donde estuviera el negocio.

 

Estos sitios no eran los únicos donde los menores estaban expuestos a ser captados por algún criminal y es que las escuelas siempre han sido perfectas para este fin, principalmente cuando los niños no son recogidos por sus padres.

 

Una vez afuera de la institución los estudiantes debían valerse por sí mismos si es que sus familiares no iban por ellos a recogerlos, quedando expuestos a muchos riesgos.

 

Hay casos documentados de niños privados de la libertad tras salir de la escuela o que simplemente salieron del colegio y ya no llegaron a sus casas, por lo que el peligro era igual o mayor del que actualmente representan las redes sociales o los juegos en línea.

 

Los depredadores también solían acercarse mucho a los parques y canchas donde se juntaban menores de edad para llevar a cabo alguna actividad como básquetbol o futbol, pues hay muchos siniestros de este tipo registrados.

 

Historias de abuso sexual donde el agresor se había ganado la amistad de su víctima jugando con él futbol o llevándolo a los videojuegos, son recurrentes en notas informativas de hace más de 10 años, cuando este tipo de espacios eran más visitados por pequeños susceptibles a ese tipo de hechos.

 

Si bien en la actualidad todavía se ve la presencia de niños en parques para jugar o algunos locales de maquinitas que aún siguen sobreviviendo, parece que la sociedad ha perdido interés sobre el riesgo que existe en estos lugares, incluyendo la escuela.

 

Independientemente del sitio o la plataforma, son los padres quienes tienen la responsabilidad de encargarse de vigilar a sus hijos y saber qué es lo que hacen, con quién lo hacen y con qué frecuencia.

 

Cuando son actividades al aire libre y se trata de menores de edad, siempre es bueno saber en dónde están y si alguien los acompaña, mientras que si se trata de juegos en línea o redes sociales también se debe de saber con quiénes platican, qué tipo de contenidos ven y platicar sobre los riesgos que hay tanto fuera como dentro de casa.

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