Las autoridades sanitarias de China detectaron un caso positivo de COVID-19 en una tienda Ikea de la ciudad de Shanghái e inmediatamente ordenaron su cierre, por lo que muchas de las personas que estaban en el establecimiento entraron en pánico e intentaron huir, lo que provocó el caos.
En muchos videos difundidos en redes sociales se puede ver a una multitud que corre desesperada para salir de la tienda antes de que las puertas cerraran, rompiendo el control de seguridad.
This is Shanghai China ????????
— nikola 3 (@ronin19217435) August 14, 2022
On August 12 2022 people have to rush out from this building because a PRC testing positive man went there then government decide to lockdown this building ???? ???? ???? ???? ???? pic.twitter.com/dTH9Sq6BlP
Esta no es la primera vez que ciudadanos chinos son confinados por un brote de COVID-19 debido a la dura política de contención del virus aplicada en el país. La semana pasada, más de 80,000 turistas quedaron aislados en la isla turística de Hainan después de que las autoridades ordenaran su aislamiento para detener un brote.
En este sentido, la propia Shanghái, hogar de 25 millones de personas, estuvo confinada durante dos meses a inicios de 2022. Esta medida provocó el rechazo de la población, pues se quejaron del trato recibido y de la imposibilidad de acceder a productos básicos, como alimentos y medicamentos.
Yesterday, an abnormal health code case was presented at an IKEA in Shanghai, & the entire mall was suddenly blocked????
— Donna Wong???????? (@DonnaWongHK) August 14, 2022
Some ppl forced their way out for fear of being sent to concentration camps, but there is actually nowhere to escape under #AmazingChina’s digital surveillance pic.twitter.com/MWpbTOJ3kz
Debido a esto, tras la detección del caso positivo en la tienda Ikea, muchas personas trataron de escapar del nuevo aislamiento de dos días y cinco de vigilancia sanitaria. La política de cero COVID de China fue bien vista al principio, pero ahora ha recibido críticas hasta del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.