Mujer demanda a siquiatra por aprobar su cambio de sexo tras evaluar su caso solo una vez

Una mujer que cambió de sexo ha demandado a su siquiatra por negligencia profesional después de que aprobara su terapia hormonal tras reunirse con ella una sola vez. Se trata de Jay Langadinos, que tenía 19 años cuando hizo la transición a hombre y ahora ha presentado una demanda en la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur, Australia.

Los hechos ocurrieron el 7 de mayo de 2010, cuando Jay conoció al siquiatra Patrick Toohey después de decirle a un médico que “siempre había sentido que era un niño en lugar de una niña”. El profesional evaluó a la joven para determinar si era apta para el tratamiento de transición y, tras solo una sesión, dictaminó que sufría disforia de género y aprobó la terapia.

Inicialmente, su endocrinólogo remitió a Langadinos debido a que creía que era muy joven y necesitaba “un examen siquiátrico completo antes de embarcarse en un tratamiento hormonal”. Tras la primera reunión, Toohey aprobó una mastectomía doble para su paciente, quien se sometió al procedimiento en abril de 2010.

Tiempo después, Jay se reunió con el siquiatra por tercera y última vez para hablar sobre la extirpación del útero. De acuerdo con la demanda, Toohey aseguró que no pudo encontrar ninguna “contraindicación siquiatra para proceder con la histerectomía como parte de la transición de género”, por lo que Langadinos, de entonces 22 años, se sometió al procedimiento.

Ahora, casi una década más tarde, Jay, que ya no se identifica como hombre, acusa al siquiatra por negligencia profesional, alegando que él permitió su terapia hormonal a pesar de que ella dijo sufrir de fobia social, además, también indica que nunca se le recomendó buscar una segunda opinión antes de su histerectomía.

En la demanda, Langadinos señala que en 2016 estaba recibiendo tratamiento siquiátrico de otro médico cuando “se dio cuenta de que no debería haberse sometido a la terapia hormonal ni a la primera y segunda cirugía”, incluso, indica que Toohey debió darse cuenta de que podría ser autista.

De acuerdo con Jay, las hormonas y cirugías le causaron lesiones, discapacidades y complicaciones, que incluyen menopausia temprana, ansiedad y depresión, deterioro del funcionamiento psicológico y disminución de la capacidad de empleo.

Durante una entrevista, la mujer de 31 años, dijo: “saber que no puedo tener hijos es absolutamente devastador”, además, contó que mientras crecía sentía que era “defectuosa” porque le atraían las chicas. A los 17 años leyó sobre la disforia de género y asumió que padecía eso.

Durante la primera plática con Toohey, le explicó que se había sentido angustiada cuando la obligaron a vestirse como niña en la primaria, tenía modales de “marimacha”, estaba socialmente aislada y dejó el colegio a los 11 años.

Debido a esto, el siquiatra supuestamente dijo que al ver a Jay notó “una historia pasada de fobia social y depresión significativas que pueden haber ido más allá de la disforia de género”.