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La guerra que sostiene Rusia con Ucrania está adquiriendo tintes alarmantes, pues se están tomando decisiones que podrían derivar en un conflicto bélico de dimensiones mundiales, afectando directamente a la Unión Europea y los países de Occidente aliados.
Uno de los puntos clave en las tensiones entre Rusia y Occidente es el Gasoducto Nord Stream 2, que en estos momentos presenta 4 fugas y no ha permitido que se traslade gas de Rusia hacia Alemania, lo que ha también generado una serie de acusaciones entre los rusos y los estadounidenses.
El tema es grave, pues este es el principal conducto para la distribución de gas hacia la Unión Europea y lo sucedido en este gasoducto se ha tomado por muchas voces como un sabotaje por parte de Estados Unidos hacia Rusia, a fin de tensar más el ambiente que se vive en estos momentos en esta zona del mundo.
Alemania es el país más preocupado por esta situación, ya que las consecuencias de estas fugas pueden ser catastróficas de cara al invierno, pues conforme pasan los días, los daños a este gasoducto serán mayores y probablemente irreparables.
Autoridades alemanas han advertido que mientras más agua salada entre a las tuberías, más complicada será una reparación, por lo que desde estos momentos consideran que este mecanismo de envío de gas ya es completamente inservible.
Ahora, la preocupación de Alemania y de otros países europeos es encontrar la manera de llevar gas a estas naciones, ya que el Nord Stream era la vía principal para que este combustible llegara a estos países.
Mientras esto sucede, la tensión entre Rusia y Occidente, principalmente Estados Unidos, ha tomado proporciones que deben alarmar al mundo entero, ya que en febrero el mismo Joe Biden advirtió que si Rusia mantenía el ataque a Ucrania, el Nord Stream dejaría de funcionar.
Lo anterior provoca que las sospechas sobre un sabotaje de Estados Unidos hacia este gasoducto crezcan, provocando que este conflicto pase a un nivel mucho más grave que puede ir escalando con el paso de las semanas.
