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La actriz estadounidense Jennifer Aniston provocó polémica debido a las declaraciones que hizo para una revista, donde abordó el tema de la maternidad, aceptando haberse sometido sin éxito a algunos procedimientos para quedar embarazada, hasta llegar a un punto en el que ya no podrá ser madre.
El caso de Jennifer Aniston y su situación con la maternidad siempre ha levantado críticas porque algunos la señalaron de haber priorizado su carrera actoral sobre la maternidad, a pesar de que ella descartó que este hubiera sido el motivo de su separación con Brad Pitt.
Es por eso que muchas mujeres que están cerca de llegar al final de su ciclo óptimo para ser madres, buscan por todos los medios tener un hijo, de ahí que se conozcan múltiples tratamientos en el mercado para ayudar a parejas o mujeres solas a concebir, aunque no siempre todos son efectivos.
En el caso de Jennifer Aniston, en la entrevista confesó que debió haber congelado sus óvulos para qué pudiera continuar intentando una fecundación In vitro, pero al no hacerlo ya no tiene posibilidades de ser madre.
Fecundación in vitro
La fecundación in vitro se trata de un procedimiento hecho en un laboratorio en el cual se lleva a cabo un proceso de reproducción asistida qué consiste en unir el óvulo con un espermatozoide de forma controlada.
Tras la fecundación de un óvulo en el laboratorio, regresan posteriormente al útero materno para que puedan evolucionar hasta llegar al embarazo. Este es sin duda uno de los procedimientos más populares, aunque también más costoso, para lograr embarazarse.
Una variante de la fecundación In vitro es la que se hace en ciclo natural, que es considerado menos agresiva en cuanto a los medicamentos y hormonas que debe tomar la mujer, y tiene como objetivo generar varios óvulos durante el ciclo menstrual y extraer el mejor para fecundarlo en el laboratorio.
Inseminación artificial
La inseminación artificial es el segundo procedimiento más popular y a diferencia de la fecundación In vitro, en este caso el óvulo se fertiliza directamente en el útero de la mujer, sin tener que sacarlo y procesarlo en un laboratorio.
Este método consiste en introducir una muestra de semen optimizada en el interior del útero para así mejorar las posibilidades de fecundación y facilitar el proceso, pues se acorta la distancia que el espermatozoide debe recorrer para llegar hasta el óvulo.
Al igual que la fecundación In vitro, requiere medicación y la inyección de hormonas para que la mujer produzca más óvulos de lo habitual dentro de su ciclo menstrual, con el fin de incrementar las posibilidades de embarazo.
Donación de óvulos o espermas
Cuando se está frente a un caso de infertilidad lo más común es recurrir a la donación, ya sea de óvulos o de espermas, con la finalidad de qué se pueda suplir a la pareja que no puede aportar su parte de forma efectiva en la fecundación.
Este procedimiento conocido como reproducción asistida ofrece alternativas para apoyar cuando la mujer o el hombre no está en condiciones de poder producir óvulos o esperma sanos o, incluso, para hombres o mujeres que no tienen pareja, pero tienen el deseo de tener un hijo.
Problemas de la fecundación asistida
Uno de los primeros problemas que suele presentarse son de carácter emocional y sicológico, ya sea para uno de los integrantes de la pareja o solamente para aquellas que se está sometiendo a los tratamientos de fertilización.
El aumento de hormonas puede derivar en problemas, de ahí que se sugiera acompañar el tratamiento clínico con una intervención sicológica para así evitar afectaciones mayores, además, también es ideal que se cuente con asesoría profesional para acompañar a los pacientes.
Clínicamente, también se puede caer en el llamado síndrome de hiper estimulación ovárica, el cual se provoca por el tratamiento y provoca la hinchazón del ovario más de lo esperado, esto puede desencadenar síntomas leves o graves de tipo hormonal.
