Salirte de un lugar sin pagar: diferencias y consecuencias

Salirte de un lugar sin pagar: diferencias y consecuencias

Cuando uno googlea la palabra “simpa” es muy probable que te aparezca el nombre de Antonio Miguel Grimal, un español famoso por comer y beber en restaurantes sin pagar un solo euro por ello, evadiendo la justicia gracias a algunos vacíos legales.

 

“Hacer un simpa” se ha convertido en una frase muy común en España y en algunos países de Sudamérica, que se utiliza cuando una o varias personas deciden irse de un establecimiento sin pagar por lo que han consumido.

 

El caso de Antonio Miguel Grimaldo es simbólico debido a que no se trata de una broma o una improvisación, sino de un sistema elaborado que utiliza un vacío legal que lo deja fuera de penas de cárcel mayor o multas importantes.

 

“Hacer un simpa” en México podría no ser tan fácil, ya que ese tipo de vacíos legales no están presentes aquí, por lo que si decides no pagar tu consumo en algún restaurante o salirte de una tienda sin pagar la mercancía, es muy probable que te enfrentes a un proceso penal.

 

El miércoles, por la noche, se dio a conocer el caso de dos estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que decidieron no pagar algunos artículos que habían comido dentro de una tienda Oxxo, situación que para algunos podría no ser tan grave si lo comparamos con otros delitos.

 

El problema es que en México, y en el caso específico Puebla, robarte unos cacahuates podría tener casi las mismas implicaciones que robarte medio millón de pesos, pues ambos son considerados robos y no hay un nivel para categorizarlos como más o menos graves.

 

Esto fue lo que provocó que Edgar y Leonardo fueran detenidos por elementos de la policía municipal de Puebla, reconociendo horas después de su detención que habían incurrido en un delito y por ello tuvieron que comprometerse a resarcirlo para poder ser liberados.

 

El movimiento de los “simpa” no ha sido adoptado en México con el mismo recelo que los países mencionados al principio de esta nota, pues no es muy común escuchar casos de este tipo, aunque sea de personas que lo hacen en la modalidad de farderos, aunque propiamente no tenga las mismas características.

 

 

En Puebla, si una persona decidiera no pagar la cuenta como lo hace Antonio Miguel Grimaldo, es muy probable que termine por lo menos ante un juzgado calificador, ya que al ser un problema de tipo civil, podría implicar algunas horas de arresto u obligar al responsable a pagar la cuenta de alguna forma.

 

A diferencia de robarte un artículo de una tienda, el no pagar una cuenta en un restaurante o un bar no es considerado propiamente un robo, pero si un abuso de confianza que tiene implicaciones legales, pues está diferenciado del llamado robo famélico, que ocurre cuando una persona hurta comida porque no tiene ninguna forma para poder pagarla.

 

El no pagar una cuenta en un restaurante se toma como una acción premeditada, ya que el cliente está consciente de que la comida que está pidiendo tiene un costo y negarse a cubrir el precio al final es una muestra evidente de su falta.

 

De este modo, podemos decir que no pagar por algo que tiene un precio, tiene consecuencias legales; si te robas algún artículo de una tienda y te descubren, definitivamente serás acusado de robo si te niegas a pagar por él, mientras que si evitas pagar una cuenta en un bar o restaurante, podrías estar arrestado varias horas y serías acreedor a una multa, además, deberás cubrir la cuenta inicial.

 

En el caso del robo, el sistema de justicia penal actual permite llegar a un acuerdo reparatorio, que fue lo que pasó con los chicos de la BUAP, por lo que la parte agraviada podría llegar a un acuerdo con el presunto responsable para que se suspenda el proceso penal a cambio de ciertas condiciones.

 

La parte agraviada podría solicitar una reparación del daño, que incluye el pago del artículo robado y algo extra por el tiempo invertido, incluso se han documentado casos donde si los ladrones son jóvenes en edad de estudiantil, la parte afectada puede exigir que el joven se ponga estudiar y para no pisar la cárcel compruebe que va todos los días a la escuela.

 

La reparación del daño puede no ser solamente económica, pues también incluye ese tipo de actividades, lo cual la hace muy fácil de llevarse a cabo sin importar si la persona tiene o no recursos para reparar el daño.

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