El tribunal de La Haya declaró a dos ciudadanos rusos Ígor Guirkin y Serguéi Dubinski, así como al ucraniano Leonid Járchenko culpables del derribo del avión que realizaba el vuelo MH17 en 2014 sobre Ucrania y que provocó la muerte de 298 personas, anunció este jueves Hendrik Steenhuis, juez presidente del tribunal neerlandés.
"El tribunal determinó que Guirkin, Dubinski y Járchenko eran cómplices del crimen; así, el tribunal los declaró culpables de dos cargos: la destrucción del avión MH17 y el asesinato de sus 298 pasajeros", dijo el juez.
Agregó que el juzgado condenó en rebeldía a los tres a cadena perpetua.
Al mismo tiempo, el tribunal absolvió al ruso Oleg Pulátov y rechazó la solicitud de la Fiscalía para ponerlo en prisión.
Además, el órgano de justicia estimó en más de 16 millones de euros el importe total de las indemnizaciones para los familiares de las víctimas del siniestro del avión.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias.
El proceso judicial sobre el siniestro del MH17 comenzó en Países Bajos el 9 de marzo de 2020. Como presuntos responsables figuran los rusos Ígor Guirkin, Serguéi Dubinski y Oleg Pulátov y el ucraniano Leonid Járchenko. En diciembre de 2021 la fiscalía neerlandesa pronunció la sentencia acusatoria y exigió la pena vitalicia para los cuatro, a quienes presentó como un grupo organizado culpable de la catástrofe del avión y la muerte de las 298 personas que estaban a bordo.
Una investigación llevada a cabo por Rusia estableció, partiendo de datos de radares, que el misil con el que fue derribado el vuelo MH17 pertenecía al Ejército ucraniano. Ucrania se negó a presentar la información recogida por sus radares, Estados Unidos, a su vez, no quiso ofrecer las fotos satelitales que reflejaban el momento del lanzamiento del cohete.
El fiscal general adjunto ruso Nikolái Vinnichenko dijo en su tiempo a Sputnik que Moscú colaboró con las autoridades holandesas, proporcionándoles imágenes de radares y documentos que evidencian claramente que el misil que derribó el avión pertenecía a Ucrania y que el proyectil fue lanzado desde una zona controlada por el Ejército ucraniano.
Sin embargo, los investigadores neerlandeses decidieron no adjuntar esos datos al proceso.
Países Bajos confirmó haber recibido los datos, pero la investigación se llevó a cabo sin la participación de la parte rusa, basándose en las declaraciones de testigos anónimos. Los abogados del ruso Pulátov declararon en más de una ocasión que eso impedía evaluar la veracidad de semejantes testimonios, pero los fiscales neerlandeses insistían en que eso se hacía por razones de seguridad.
El Ministerio de Exteriores ruso calificó de infundadas las acusaciones sobre la implicación de Rusia en el derribo del Boeing malasio, subrayando que la investigación se realizaba de un modo preconcebido y en ella imperaba el doble rasero.