Balenciaga y la impune sexualización infantil

Balenciaga y la impune sexualización infantil

Foto: Twitter

Balenciaga es una marca que se ha caracterizado por generar polémica, principalmente desde que Demna Gvasalia tomó la dirección creativa de la firma en el 2015, aunque su última puntada no les salió bien y tocaron las fibras más sensibles haciendo una apología de la pornografía infantil.

 

Lejos de la excentricidad que han tenido colecciones previas que, si bien pueden gustar o no a muchas personas, la última, denominada “Objects”, se excedió de los límites al hipersexualizar a modelos infantiles.

 

La colección presentó a niños de escasos 10 años, los cuales sostenían muñecos de peluche que en realidad son bolsos, que están adornados con accesorios asociados a prácticas sexuales como el bondage o el sadomasoquismo.

 

Esto evidentemente llamó la atención de las personas en redes sociales que se percataron de las fotografías, donde además se podían apreciar otro tipo de decoraciones como arneses, candados, medias de red, esposas y otro tipo de piezas similares.

 

 

Pero lo que más causó indignación fue la forma en la cual se colocó una bolsa Hourglass en una mesa y encima de documentos que parecerían intrascendentes, de no ser porque uno de ellos dejaba ver claramente un texto.

 

Algunos usuarios curiosos decidieron hacerle un acercamiento al texto y descubrieron que se trata de un fragmento de una sentencia emitida por la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso Ashcroft v. Free Speech Coalition.

 

Dicho fallo está relacionado con una controversia surgida en el 2002, cuando una asociación civil manifestó qué las leyes emitidas para la restricción de la pornografía infantil atentaban contra los derechos de la libertad de expresión, pues eran muy amplias y podían obstaculizar algunas prácticas legales.

 

A pesar de la polémica que generó en su momento, la suprema corte de los Estados Unidos anuló dos normas en las que se prohibía la pornografía infantil virtual, ya que de acuerdo con los jueces, esta no era obscena y tampoco era real.

 

 

La presión rápidamente hizo que Balenciaga eliminara todas las fotografías de esta campaña de sus redes sociales y emitiera una disculpa pública para quienes se sintieron ofendidos, pues no fue bien vista por la opinión pública.

 

"Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña para las fiestas. Nuestros bolsos de peluches no deberían haber aparecido con niños. Hemos retirado inmediatamente la campaña de todas las plataformas", dice la disculpa publicada en Instagram.

 

Balenciaga también se pronunció respecto a la sentencia que aparece en la foto del bolso y señaló que para la empresa se trata de un asunto serio y dio a entender que no tenían conocimiento sobre la colocación de dicho documento en la composición fotográfica.

 

"Nos tomamos este asunto muy en serio y vamos a emprender acciones legales contra las partes responsables de la creación del set y de la inclusión de artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña de primavera 23. Condenamos firmemente el abuso de los niños en cualquiera de sus formas. Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños", señalaron.

 

La sexualización de los niños

 

Es justamente el problema de la sexualización de los niños uno de los que más llama la atención en este caso, pues se trata de algo de lo que poco se habla a pesar de lo común que se está volviendo.

 

Más allá de los huecos legales que tiene esta práctica, la sexualización infantil es un tipo de violencia que expone a los menores a situaciones visuales y auditivas que todavía no les corresponde vivir y que están muy lejos de su edad.

 

Finalmente, detener este fenómeno está principalmente en manos de los padres, quienes deben de acercar a los niños a actitudes, posturas o actividades acordes a su edad, así como la regulación de los contenidos que ven a través de televisión o redes sociales.

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