¿Cuáles son las consecuencias del apagado anticipado del Gran Colisionador de Hadrones?

¿Cuáles son las consecuencias del apagado anticipado del Gran Colisionador de Hadrones?

La Organización Europea para la Investigación Nuclear —CERN, por sus siglas en francés— frenó el funcionamiento del Gran Colisionador de Hadrones antes de lo previsto para ahorrar energía. Mientras tanto, el programa científico del próximo año se verá muy reducido, por lo tanto, los científicos advierten de una paralización de las investigaciones.

 

La entrada en modo de hibernación es un procedimiento normal para consumir menos energía en la temporada del consumo máximo. Sin embargo, este año el laboratorio de física lo hace dos semanas más temprano de lo normal con la intención de ahorrar incluso más energía. Los expertos afirman que esto retrasa el descubrimiento de los problemas científicos.

 

"Como el CERN cerró un poco antes de lo habitual, recogerá menos estadísticas para las mediciones físicas. Esto es ciertamente desafortunado", comentó el físico Denis Derkach, director del laboratorio científico y educativo de métodos de análisis de Big Data.

 

Otro científico comentó a Sputnik que no espera consecuencias graves en el futuro próximo. "Lo más probable es que ahora pase un poco más de tiempo antes de nuevos descubrimientos", indicó y también añadió que "no ha sucedido nada superaterrador para el colisionador".

 

En el verano boreal de 2022, el colisionador reanudó su funcionamiento tras una importante actualización. En concreto, fueron reparados los cuatro detectores principales de la instalación: ALICE, ATLAS, CMS y LHCb. Este es el tercero de los cinco ciclos del programa científico, que se extiende hasta 2040, un programa de tres años. Los científicos esperan que las capacidades mejoradas de la instalación les permitan avanzar en la búsqueda de fenómenos que no encajan en el modelo estándar, una construcción teórica que describe la interacción de las partículas elementales.

 

 

El impacto de la crisis energética en Europa

 

Toda la instalación del CERN que se encuentra en la frontera entre Suiza y Francia consume una cantidad de energía comparable con una ciudad de unos 230.000 de habitantes, es decir, unos 1,3 teravatios hora al año. Cabe destacar que la mitad de energía es absorbida por el propio acelerador de partículas de casi 27 kilómetros. Como en invierno aumentan las cargas de la capacidad de generación, es imprescindible que el sistema entre en hibernación.

 

Además, en 2023, el CERN tiene previsto reducir el uso del colisionador en un 20%. De este modo, la organización científica, según su página web, "contribuye al esfuerzo colectivo" para ahorrar energía.

 

Esta decisión está vinculada con el transcurso de negociaciones con la compañía francesa EDF, el principal proveedor de energía. En junio, anunciaron una campaña de "sobriedad energética" para lograr un 10% de ahorro. Se ha prohibido a la población calentar los hogares y las oficinas a temperaturas superiores a 19 grados centígrados y abrir el agua caliente en los edificios públicos, entre otras medidas.

 

Aun así, los costes de energía siguen creciendo. En agosto, el precio mayorista fue 1.000% más alto que el año pasado, llegando a los 1.000 euros por MWh. Según los expertos, esto no permite a las organizaciones de investigación mantenerse dentro del presupuesto.

 

Mientras tanto, el CERN se está preparando para un apagón completo de fuentes externas. Normalmente, en caso de fallo de suministro desde Francia, la red se conectará automáticamente a la red suiza, pero esto podría no ser suficiente ahora, dice la organización.

 

"Existe la posibilidad de que se produzca un corte de luz simultáneo. Si esto ocurre, los servicios esenciales recibirán energía de emergencia de generadores diésel", según el sitio web del CERN.

 

Incluso en el modo de hibernación, el colisionador debe estar en funcionamiento: en caso de que se produzca un apagado completo y repentino del acelerador, gran parte del equipo podría fallar.

 

"No es posible cerrar el sistema por completo, es casi equivalente a construir un nuevo colisionador. Pero se puede suspender, hibernar y reducir los costes energéticos en un orden y medio de magnitud", señala Dmitri Zikov, divulgador científico, en una entrevista con Sputnik.

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