Claudia “al borde de un ataque de nervios”

Claudia “al borde de un ataque de nervios”

Imagine usted regañado, castigado sin el pago de una quincena, al burócrata “del Bienestar” que el domingo no pudo llenar ni medio camión de pasajeros para “transportarlos” a la gran marcha del caudillo. 

 

Muy seguramente debe estar “con la cola entre las patas”, como comúnmente decimos. 

 

Amén de un tanto cuanto encabronado por el injusto descuento económico y, claro, por haber sido obligado a realizar tareas de “acarreador” –perdone usted el empleo de tan ofensivo término--, lo que no corresponde a las que debe desempeñar como servidor público. 

 

Ya mejor ni le platico del estado de ánimo de “la señora de los tamales” a quien no le quieren pagar los verdes, los de mole y los de dulce que se quedaron en los enormes botes porque al lugar de reunión no llegó toda la gente que se había comprometido a asistir con cinco acompañantes. 

 

Y ya ni le cuento de cómo fue para Claudia Sheinbaum este lunes apenas.  

 

Seguramente el peor día del sexenio para ella y para su regencia.  

¡Ni siquiera las horas siguientes al desplome del tramo de la L12 del Metro –que cobró la vida de 26 personas y dejó heridas a varias decenas más-- la regenta de AMLO en CDMX debió haberlas sufrido como las de hace dos días cuando le llamaron la atención por no haber cubierto la cuota de “libremente transportados” para ni siquiera poder llenar el Zócalo! 

 

Y eso que buena parte de la Plaza de la Constitución estaba cubierta por el enorme, casi casi megalomaníaco templete desde donde “El Señor” peroró 100 minutos exactos. 

 

Y eso que había otra gran porción de la plancha de concreto ocupada por varias filas de sillas para que sobre ellas descansaran sus posaderas los “Vi-Ay-Pi” de la Cuarta Transformación que, jajajaja, tiene como lema propagandístico el “primero los pobres”. 

 

Y, aun así, desde las alturas del tapanco “El Señor” no dejaba de observar los enormes huecos, cada que levantaba la vista de los “sagrados textos” que le escribieron los periodistas y hasta un caricaturista de La Jornada. 

 

Y ya iba por la mentira 82 de las 110 que le enlistaron, cuando casi ya no había de entre aquellos a quienes se les facilitó el transporte quienes le aplaudieran. 

 

¿Qué pasó Claudia? 

 

“El señor” dijo que llenaría el Zócalo y, ¡mira nada más qué desastre!… 

 

 

Rendición de cuentas 

 

 

Andrés Manuel López Obrador está enojado… 

 

… su gatillero tabasqueño Adán (Augusto) también está enojado…

 

… y, tras la llamada de atención --porque fue la única que no pudo cumplir con la cuota que le asignaron--, pues Sheinbaum también está enojada…  

 

… y, diría Pedro Almodóvar, “al borde de un ataque de nervios”. 

 

Así que desde la tarde del lunes y ya casi en la madrugada del martes secretarios, subsecretarios, directores generales, directores del inepto gobiernito de la capital nacional exigían a sus respectivos subalternos informes exactos, fidedignos, para ser entregados antes de las 10 de la mañana de ayer martes, el penúltimo día de noviembre del porqué no habían “transportado libremente” a los bienquerientes de AMLO en los 1 mil 57 autobuses contratados con los recursos de los contribuyentes al erario de la capital nacional. 

 

¿Peculado?... 

 

… ¿Desviación de recursos públicos?... 

 

… Sí, pero por dos buenas razones… 

 

… primero y, antes que nada, para halagar y cumplir los deseos y caprichos de “El Señor” y, 

 

… last but not least, esto es, al último, pero no por ser lo último –como dice la doctora que obtuvo su grado en el Berkeley Lab, al servicio del Departamento de Energía del gobierno de Estados Unidos-- para sumar puntos a favor y seguir como “corcholata” favorita… 

 

… pero ninguno de ambos objetivos se alcanzó. 

 

¡Lástima doña Claudia! 

 

Tanto delinquir… ¡para nada! 

 

Quedó como el burócrata que no supo o no pudo llenar la cuota… 

 

… incluso, como la tamalera: mal con todos. 

 

¡Y todo para sólo resultar regañada! 

 

¡Y con varios puntos menos en su score

 

 

Indicios 

 

 

Y este domingo, de entre los tumultos, en la zona “vi-ay-pi” del Zócalo destacó la presencia del líder cupulero de la llamada iniciativa privada: Francisco Cervantes, a quien nadie vio solidarizándose, en cambio, con quienes marcharon el 13N en defensa de las actuales reglas democráticas. “No es de extrañar –me escribe un asiduo lector, desde Texcoco--. Al actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial aquí se le conoce como Paco Transas. Un apelativo que ni siquiera le es propio, ya que junto con la conducta, lo heredó de su padre a quien así conocían casi todos los texcocanos. Su señora madre es igual, doña Pelancha (Esperanza) tiene años que se adueñó de la Cruz Roja en Texcoco como su negocio familiar. Ahora la señora ya está muy grande y dejó el negocio (Cruz Roja) a Alejandro, hermano de Paco. 

En la Cruz Roja no tienen ni un curita y quien para mala fortuna cae ahí, de ahí lo llevan como urgencia a un hospital privado (Santo Niño de Atocha) y por lo que hayan llegado no salen sino mediante una larga y costosa factura. Negocio redondo para el hospital y los Cervantes.” * * * La manada legislativa mayoritaria en la Cámara Baja abrió el espacio de una semana para que Adán (Augusto) López y todo el aparato oficial se lancen a la cacería de opositores a la reforma política propuesta por AMLO. ¿Los métodos? Ya los conoce usted: presiones, amenazas, chantajes… el estilo de la casa guinda. * * * Y ante ello, el diputado y dirigente nacional del PRI Alejandro Alito Moreno ya reiteró y retó por enésima ocasión que “el día que sea y a la hora que sea” la bancada tricolor votará en contra de tan lesiva iniciativa. * * * Por hoy es todo. Agradezco su acompañamiento y, como siempre, deseo para usted y los suyos ¡buenas gracias y muchos, muchos días!