Jóvenes mexicanos viajan a torneo de futbol en Perú; quedan varados tras crisis política

Jóvenes mexicanos viajan a torneo de futbol en Perú; quedan varados tras crisis política

Foto: Twitter

Practican el fútbol en la Academia Atlante de Metepec, estado de México, y viajaron a Perú para participar en un torneo. Sin embargo, el estallido de la crisis política en el país suramericano los tiene varados.

 

El encuentro deportivo se celebró en el distrito de Guadalupe, localizado sobre el litoral peruano pero a unos 690 kilómetros al norte de Lima, narra en conversación con Sputnik una de las madres de los jugadores afectados, la señora Lorena Dorantes.

 

"Salieron de viaje el día 6 de diciembre, justamente llegan a Perú el 7 cuando estalla esto del paro y ellos empiezan en comunicación con la embajada al registrar su llegada, y al ver el movimiento que hay en la ciudad tratan de mantenerse en comunicación con la embajada", platica al respecto del día preciso en que el Congreso determinó la vacancia contra el presidente Pedro Castillo, ahora detenido.

 

Luego de que el poder legislativo decidiera destituir al mandatario, tomó posesión del Ejecutivo peruano la vicepresidenta Dina Boluarte, quien desde aquel 7 de diciembre hasta hoy ha anunciado elecciones para abril de 2024, además de que decretó el estado de emergencia en el país.

 

 

Miles de peruanos han salido a las calles en distintas ciudades de la nación andina para exigir no solo la disolución del Congreso, sino también la liberación de Castillo e incluso la convocatoria a una Asamblea Constituyente para configurar una nueva carta magna.

 

Estas protestas, que conllevan el bloqueo de carreteras, han colapsado el tránsito en Perú y convertido al Atlante de Metepec en un afectado colateral de la situación. Se trata de un grupo de 28 personas que tenía perfilado solo una semana de estancia en territorio peruano, por lo que las dificultades comienzan a complicar las proyecciones de gasto de los viajeros.

 

El torneo, conversa Dorantes, se llevó a cabo sin mayor dificultad, sin embargo las protestas hicieron imposible el plan original de los jóvenes jugadores de regresar el domingo 11 de diciembre vía terrestre de Guadalupe a Lima.

 

"Optan viajar por la tarde noche y es el momento en el que empieza esta travesía, van en carretera, no avanzan más de unas dos, tres horas saliendo de Guadalupe y refiere mi hijo que tienen que detenerse porque la carretera está cerrada", conversa la madre de uno de los futbolistas varados.

 

Con el autobús varado, los jóvenes se alojaron en una tiendita y luego fueron trasladados en camionetas a un hotel, explica Dorantes. Perdieron el vuelo programado para volver el 11 de diciembre a México vía Aeroméxico.

 

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, reconoce la madre de familia, ha acompañado a los jóvenes, sin embargo advirtió que probablemente no puedan volar a territorio mexicano sino hasta el domingo 18 de diciembre, dado que por ahora varias opciones del tráfico aéreo peruano, tanto comercial como particular, se encuentran suspendidas ante las protestas.

 

"Los papás nos estamos tratando de movilizar para ver de qué manera [resolver] en reparo de gastos, hospedaje y alimentación, todo lo está cubriendo la academia hasta este momento, pero creo que también corresponde recibir apoyo de parte de nuestros Gobiernos", apunta.

 

Los jóvenes, puntualiza, son adolescentes de entre 14 y 16 años, por lo que el desafío emocional para ellos es significativo, luego de ver descarrilada su agenda de ida y regreso entre México y Perú.

 

 

Los profesores que acompañan a los menores, reconoce, están al tanto de las acciones para movilizarse en torno al hotel, conseguir alimento o resolver pequeñas actividades de distracción, como hacer juegos deportivos en el parque.

 

"Están en Trujillo en este momento", expone, ciudad también del litoral peruano ubicada a unos 550 kilómetros de la capital, trasladados con ayuda de escoltas policiacas del país suramericano.

 

"Hasta ahorita están fuera de la zona donde hay disturbios, avenidas o calles, lejos de una carretera, entonces no están expuestos a un riesgo en este momento, y seguimos con las indicaciones de la embajada, no acercarse a tumultos y mantenerse en resguardo, en comunicación", describe.

 

Ingrid Estrada es una de las profesionales deportivas al frente del grupo, quien abunda el relato de Dorantes reconociendo la imposibilidad de trasladar a los jóvenes al aeropuerto de Lima, con miras a regresar a México. Ella se puso en contacto con la Embajada de México en Perú para salvaguardar a los adolescentes de manera coordinada con las autoridades diplomáticas.

 

El embajador de México en Perú, Pablo Monroy, notificó el 14 de diciembre las atenciones de protección a los ciudadanos mexicanos varados en el territorio sudamericano ante el cierre parcial de aeropuertos que ha producido la ola de protestas contra el legislativo y la presidenta Boluarte.

 

Más de 250 ciudadanos mexicanos están en la mira de la embajada como afectadas por las imposibilidades de tránsito, expuso el diplomático, con Cusco, Arequipa, Puno, Apurímac y Trujillo como las ciudades con mayor concentración de varados.

 

Dorantes comparte que los padres de familia ven opciones de vuelo para devolver a sus hijos a México, vía Ecuador, Bolivia o Colombia, sin embargo, en ocasiones las posibilidades implican pagar boletos por 50.000 pesos (casi 2.500 dólares), lo que dificulta a los tutores dar salida de emergencia a la situación.

 

La madre reconoce que algunos de los adolescentes encuentran desafíos emocionales en la situación, sin embargo solventada todavía por los maestros mediante juegos y actividades recreativas.

 

"Nunca dejándolos solos, no han llorado, no han sufrido, no han sentido esa desesperación porque no han visto ningún suceso alarmante, no hay problemas en la calle, no hay incendios, no hay gente peleándose ni gritando", apunta, gracias al resguardo con que los han conducido.

 

Sin embargo, reconoce afectaciones emocionales por la distancia con su hijo. "Muchos papás sentimos la impotencia de qué se hace, de que no me contestan, de que mando un tuit y no me responden", lamenta, "esa es parte de la desesperación, como papás tenemos que tranquilizarnos porque es lo que les transmitimos a nuestros hijos cuando hablamos con ellos".

 

También asume la incertidumbre ante una posible escalada de la crisis que atraviesa el Perú, pues todavía no hay claridad sobre cuándo podrá desahogarse el tránsito de los mexicanos varados.

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