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El activismo de Greta Thunberg, así como las redes sociales, han provocado que este 2023 la joven activista vuelva a estar en el ojo público después de que durante el 2022 poco se habló de ella tras haber tenido varios años de atención por su peculiar forma de manifestarse en defensa del medioambiente.
En contraste con el bajo perfil que tuvo durante el año pasado, este 2023 arrancó con mucha actividad para la activista sueca de 20 años, pues ya protagonizó dos noticias de trascendencia global, aunque solamente una ligada a su activismo.
Todo empezó a principios de este año, cuando Greta Thunberg fue invocada sin motivo aparente por Andrew Tate, influencer y expeleador de la UFC, quien a través de su cuenta de Twitter lanzó un mensaje ironizando la lucha que Greta mantiene desde hace varios años para aminorar los efectos del cambio climático.
Hasta ahora, no hay una explicación oficial acerca del por qué Andrew Tate decidió lanzar un tuit en contra de Greta Thunberg, sobre todo porque parecía una respuesta, pese a que la joven nunca ha hecho referencia a Tate.
Sin embargo, esto inició una serie de declaraciones en redes sociales mediante las que las autoridades de Rumania, a través de la Dirección para la Investigación del Crimen Organizado y el Terrorismo, lograron dar con el paradero de Andrew Tate y detenerlo.
La extraña pelea en Twitter que tuvo Andrew Tate con Greta Thunberg fue vital para que las autoridades pudieran detener al expeleador, acusado de crear un grupo del crimen organizado con el propósito de reclutar, albergar y explotar a mujeres obligándolas a crear contenido pornográfico.
Detenida por su activismo
Pero apenas tres semanas después de esto, Greta Thunberg volvió a ocupar las primeras planas cuando la policía alemana detuvo a la activista, quien se manifestaba junto con otras personas por la ampliación de una mina de carbón a cielo abierto que extinguirá una pequeña comunidad.
La imagen de Greta Thunberg siendo cargada por tres policías que terminan llevándola hasta una furgoneta policial para sacarla de la supuesta zona de riesgo en la que se encontraba, dio rápidamente la vuelta al mundo y volvió a colocar en el foco público el trabajo de la activista.
Las altas y bajas en su trabajo
Fue en 2018 cuando la joven, de entonces 16 años, encabezó una protesta para exigir que el gobierno sueco redujera las emisiones de carbono según lo establecido en el Acuerdo de París, situación que la hizo levantar un cartel a las afueras de una sede de gobierno para llamar la atención de las autoridades.
La protesta diaria que hizo llamó la atención de varios activistas y medios de comunicación mundiales, provocando que jóvenes en otras partes del mundo se unieran a su protesta para exigir a sus respectivos países tomar acciones inmediatas contra el cambio climático.
Aunque a partir de ese momento Greta Thunberg se ha mantenido activa, lo cierto es que hay lapsos en los cuales su trabajo se lleva a cabo de forma más discreta, pues también hay que recordar que la joven padece síndrome de Asperger, así como trastorno obsesivo compulsivo.
Esta enfermedad considerada como un trastorno del espectro autista, ha provocado que en algunas temporadas Greta Thunberg tenga que reducir su actividad a favor del medioambiente, aunque esto no ha evitado que continúe dando conferencias y sumándose a algunas manifestaciones en países de la Unión Europea.
