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Las redes sociales, el internet y la intercomunicación en general se han convertido en una de las partes esenciales de la vida moderna, de ahí que muchas personas puedan tener alteraciones en su estado de ánimo cuando, por algún motivo, una plataforma social presenta alguna falla o simplemente se quedan sin internet.
Un ejemplo de esto es lo que ocurrió al mediodía del 26 de enero cuando a través de plataformas como Twitter, varios usuarios de Spotify denunciaron una falla en los servidores de este servicio de música por streaming.
La falla duró un par de horas hasta que finalmente quedó restablecida e incluso algunos usuarios en redes sociales relacionaron este problema a la preventa de boletos que hubo para el concierto de la banda pop RBD, aunque finalmente dicha especulación fue descartada.
En redes sociales, se podían leer varios mensajes de personas que literalmente entraban en pánico debido a que se habían quedado sin su servicio de streaming, volviéndose objeto de burla por parte de otros usuarios que recordaban que hace 20 años la música únicamente se podía escuchar con discos compactos o en un reproductor mp3.
Pero lo que pasó con Spotify ya ha ocurrido con las demás redes sociales como puede ser Facebook, Instagram, WhatsApp o Twitter, que tienen fallas y provocan que muchos usuarios se preocupen debido a que hacen actividades laborales, escolares o simplemente de ocio a través de ellas.
Si bien se trata de un fenómeno relativamente nuevo, actualmente ya hay un término para definir esta enfermedad de tipo psicológico a la cual se le denomina nomofobia, que se refiere específicamente a las personas que sufren cuadros de ansiedad cuando no pueden estar conectados a las redes sociales o tener a la mano su celular.
La nomofobia se registra principalmente en adolescentes y adultos jóvenes en un rango de edad que va de los 15 años a los 25 años, pues es ahí en que hay una mayor interacción en las redes sociales.
De acuerdo con algunos estudios publicados al respecto, este tipo de padecimiento debe de ser tratado por un especialista con la finalidad de emitir un diagnóstico, ya que puede haber varios grados de ansiedad y cada uno deberá de tener un tratamiento específico.
A pesar de que muchas personas ven mal este problema que provocan las redes sociales, hay que destacar que el fin es mantenernos comunicados de una manera más eficaz, aunque para muchas personas el límite se alcanza rápidamente y en algunos casos puede llegar a superar la interlocución cara cara entre los miembros de una familia o un grupo de amigos.
