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La decisión de prohibir la entrada a soldados armados para rendir honores a la bandera dentro de la Cámara de Diputados emitida por el presidente de la Mesa Directiva, Santiago Creel, generó polémica entre las distintas bancadas, pese a que efectivamente la ley establece que dentro del recinto no se pueden portar armas.
El artículo 25 del Reglamento de la Cámara de Diputados señala que: “En el recinto estará estrictamente prohibida la entrada a toda persona armada. En caso de que alguien transgreda esta prohibición, el presidente hará que abandone el recinto por los medios que estime convenientes y lo pondrá a disposición de las autoridades competentes”.
El mismo artículo señala que el “recinto” está conformado por el conjunto arquitectónico que alberga a la Cámara, incluyendo el salón de sesiones, edificios de oficinas, patios, jardines, estacionamientos y demás bienes nacionales destinados para el funcionamiento de la Cámara.
Con base en estos lineamientos, si existió una violación a la ley durante el inicio del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones, encabezado por la bancada del PAN, pues a pesar de acordar que se rindieran honores en el lobby, los soldados portaban fusiles FX-05 de calibre 5.56.
En un comunicado emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional se informó que el acto protocolario de honores a la bandera y entonación del himno nacional en el interior del recinto legislativo de San Lázaro estuvo apegada a derecho, pues destacaron que las armas de cargo, no tenían cartuchos útiles.
Agregaron que su actuación en la Cámara de Diputados tuvo “fundamento en el artículo primero, fracción IV de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos” y que la Bandera de Guerra de las Unidades del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos es custodiada permanentemente por personal militar armado, como símbolo máximo de respeto e identidad nacional.
Sin embargo, la discusión entre bancadas continúa e incluso se ha pedido la destitución del diputado panista quien habría coordinado la presencia de la escolta militar para la rendición de honores, aunque no se habló sobre la portación de armas.
Mediante redes sociales, Santiago Creel defendió su postura alegando que mantuvo el apego a lo estipulado por la ley. “Por más gritos y reclamos que reciba, mi compromiso con la Constitución es irrenunciable”, escribió en su Twitter.
Entre tanto, legisladores de Morena y sus aliados acusaron al panista de “traidor” bajo las consignas de: “¿Es lo mejor que tiene la derecha? ¡Apátrida!”. El reclamó pareciera trascender a un conflicto político más que a una violación de derechos o protocolos, pues Creel es uno de los funcionarios que busca representar a su partido como candidato presidencial en las próximas elecciones.
