Huehues, en busca de reivindicar una tradición desvirtuada

Huehues, en busca de reivindicar una tradición desvirtuada

Foto: Enfoque

Los huehues forman parte de una tradición pagana que marca el inicio de la cuaresma. Y aunque es una costumbre sumamente arraigada en el centro del país, para muchas personas resultan molestos, en especial por los altercados que protagonizan en colonias populares y juntas auxiliares en donde se presentan.

 

Para mucha gente la tradición de los huehues está en franca decadencia, pues consideran que han dejado de lado la esencia de esa tradición para enfocarse únicamente en el consumo de alcohol y en bailes masivos, que son frecuentemente escenarios de riñas y hasta homicidios.

 

Si bien no se puede generalizar, pues incluso hay varios representantes que buscan reivindicar y mantener viva esta tradición, actualmente sus presentaciones causan molestias en varios sectores de la sociedad, por lo que autoridades estatales y municipales ponen la mirada sobre ellos tratando de evitar sobresaltos.

 

Te interesará leer: Carnaval sangriento: pasaron de los golpes a las armas de fuego

 

La danza de los huehues tiene sus orígenes en comunidades de la Sierra Norte de Puebla, en la zona limítrofe con Veracruz, aunque la versión que hoy vemos en la capital poblana está más relacionada con la variante que surgió en Tlaxcala, otro de los estados donde estas danzas de inicio de cuaresma están muy arraigadas.

 

El alcohol es uno de los temas que más se discute y que más detractores ha generado en torno a los huehues; no obstante, hay que resaltar el hecho de que, desde su concepción, esta festividad está ligada al consumo de bebidas embriagantes, pues en un inicio era el pulque y ahora lo es la cerveza.

 

Las críticas por el consumo de alcohol surgen ya que la mayoría de los danzantes suelen ir ingiriendo bebidas embriagantes a lo largo de sus presentaciones, las cuales empiezan por la mañana, por lo que después del mediodía varios de ellos ya presentan un nivel alto de alcoholemia.

 

 

A esto se le suman los detractores por los cierres viales que provocan, pues las cuadrillas además de ser numerosas, van acompañadas de algún vehículo de sonido, por lo que deben de cerrar una calle por completo para permitir que se lleve a cabo el espectáculo.

 

Si bien hace unos 50 años los cierres de calles ya se hacían, el parque vehicular en la ciudad de Puebla no era tan numeroso como lo es hoy en día, por lo que ahora son más automovilistas los que ven en los huehues un inconveniente al momento de circular por los barrios originarios de la capital y algunas colonias populares.

 

A todo lo anterior se deben de sumar algunos problemas puntuales que han generado más detractores de los huehues, como ocurrió el año pasado en la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya, donde una joven fue asesinada durante una riña registrada en un baile sonidero que se organizó con motivo del cierre del carnaval.

 

Otros hechos violentos se han registrado en municipios como Huejotzingo, donde la tradición del carnaval es unas de las que más gente congrega, pero que año con año se ve marcada por acontecimientos como balaceras, asesinatos, violentas riñas y hasta accidentes por el manejo de pólvora.

 

 

Actualmente autoridades como el Ayuntamiento de Puebla organizan festivales buscando reivindicar la tradición de los huehues, ofreciendo a los poblanos espectáculos donde se pueden apreciar las danzas y sus extravagantes trajes.

 

Hay otros municipios donde también hay una fuerte presencia de huehues, como Acajete, donde algunas comparsas han promovido convenciones y festivales para reivindicar a estos danzantes.

Notas Relacionadas