El poliamor, un estilo de vida que se mueve entre lo sentimental y lo ilegal

El poliamor, un estilo de vida que se mueve entre lo sentimental y lo ilegal

Foto: Pexels

Aunque el matrimonio ha pasado a segundo término en las relaciones amorosas, las personas continúan relacionándose de formas cada vez más diversas y una de estas, quizá una de las más polémicas es sin duda el poliamor.

 

Las relaciones o parejas poliamorosas no deben ser catalogadas propiamente como una preferencia sexual, ya que se trata de un estilo de vida que es aceptado por más de dos personas que deciden integrarse como un grupo que compartirá su vida sentimental y sexual.

 

Aunque muchas de estas relaciones poliamorosas son entre tres personas, no hay un número determinado ni un límite para ellas; tampoco están limitadas a una preferencia sexual, pues hay relaciones de este tipo tanto homosexuales como heterosexuales.

 

Las relaciones poliamorosas son promovidas en la actualidad como una alternativa a la rutina de las parejas, quienes consideran que a través de la integración de nuevas personas con diferentes puntos de vista a su relación, esta podría enriquecerse de distintas maneras.

 

Para poder concertar una relación poliamorosa, sin duda lo más importante es tener el consentimiento de todos los integrantes, quienes en teoría deberían de estar enterados del tipo de relación que están sosteniendo, así como las reglas o límites que los integrantes decidan poner.

 

El poliamor debe de ser visto simplemente como un estilo de vida, pues no cuentan con un reconocimiento legal, ya que en México está prohibida la poligamia, por lo que cualquier relación sentimental de más de dos integrantes no puede ser catalogada dentro de alguna de las figuras legales existentes.

 

De hecho, el concubinato tampoco cubre a las relaciones poliamorosas, pues solamente es legal la relación entre dos personas, teniendo como máximo avance que desde hace algunos años se permite que las personas pueden ser incluso del mismo sexo, pero siempre en pareja.

 

Sin embargo, las personas que viven bajo este estilo de vida han tratado de buscar formas de formalizar o legalizar su relación; por ejemplo, en julio del año pasado, un hombre en Puebla consiguió un amparo mediante el cual se le concedió la posibilidad de contraer matrimonio con dos mujeres de forma simultánea.

 

 

El argumento de este sujeto fue que el matrimonio civil, como se encuentra establecido en el Código Civil del Estado, es discriminatorio y no contempla su orientación sexual, esto debido a que el demandante aseguraba que el poliamor es una orientación sexual.

 

Aprovechando este vacío jurídico, el hombre logró que las autoridades reconocieran el poliamor como una orientación sexual y si no se le permitía casarse bajo estas condiciones, entonces se estaría cayendo en un acto de discriminación, situación que causó gran con controversia, porque técnicamente se trata de una relación poligámica.

 

Esta pequeña barrera que divide al poliamor de la poligamia ha provocado señalamientos no solamente en México sino en varias partes del mundo, pues la poligamia infringe el derecho de la mujer a la igualdad con el hombre y puede tener consecuencias económicas y emocionales, según lo establecen organizaciones protectoras de los derechos humanos.

 

De este modo, es necesario que haya una mayor legislación para reconocer o vigilar este tipo de relaciones al momento en el que quieran obtener un reconocimiento legal, de lo contrario deben de seguir viendo ese común estilo de vida que para algunas personas puede representar la felicidad o estabilidad emocional.

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