Birmex y el retraso en la vacuna Patria contra el covid-19

Birmex y el retraso en la vacuna Patria contra el covid-19

A dos años de que el presidente Andrés Manuel López Obrador encomendó a científicos mexicanos la producción de la vacuna Patria contra el covid-19, el biológico no ha podido ver la luz, incluso ahora que la pandemia parece desaparecer poco a poco, con índices de mortalidad cada vez menores.

 

Si bien la vacuna ya tiene un diseño por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el problema de muchos expertos recae en los laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), paraestatal a cargo de su producción, envase y distribución.

 

Birmex es el encargado de producir vacunas para el tétanos, poliomielitis, difteria y sarampión, pero actualmente atraviesa por severos problemas económicos y administrativos que incluso han provocado que deje de fabricar los sueros faboterápicos, que son los antídotos para picaduras de animales.

 

A pesar de su vocación científica y médica, el laboratorio, que actualmente está a cargo del general Jens Pedro Lohmann, se trata de una paraestatal que al igual que muchas actividades en el gobierno actual, ha sido delegada a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

 

Desde que inició el 2023, Birmex se trabaja con una huelga funcional pues sus trabajadores continúan sus actividades a pesar de que no han recibido su salario y en muchos casos, ni siquiera el pago completo de su aguinaldo.

 

Desde el 14 de febrero de 2021, cuando López Obrador encargó la elaboración de la vacuna Patria, el biológico sigue estancado y aunque presume de estar en su última fase de pruebas, su llegada a centros de salud continúa viéndose lejana.

 

La falta de la vacuna Patria ha provocado que México tenga que valerse de donativos y compras de medicinas de diferentes laboratorios alrededor del mundo, incluido un intercambio del biológico cubano Abdala.

 

El gobierno mexicano, sin importar que algunos estudios aseguran que la vacuna Abdala no es tan eficiente con las nuevas variantes del covid-19, distribuyó la vacuna cubana en todos los centros de salud del país para continuar con su aplicación.

 

Lo cierto es que tampoco hay certeza si durante estos dos años de desarrollo el Conacyt tomó en cuenta las nuevas variantes y, si algún día la vacuna Patria llega a ver la luz, no hay certeza si estaría preparada para combatir las últimas cepas del coronavirus.

 

Si bien en Puebla se mantiene el esquema de protección con el uso de cubrebocas en espacios públicos cerrados, lo cierto es que la pandemia comienza a retroceder o a volverse normal entre las personas, las cuales encontraron protección en una vacuna, pero no en la que tanto promovió el gobierno mexicano.

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