Desastre químico en Ohio, ¿realmente puede compararse con Chernóbil?

Desastre químico en Ohio, ¿realmente puede compararse con Chernóbil?

Foto: Unsplash

En las vías férreas entre Ohio y Pensilvania se descarriló un tren que transportaba sustancias químicas. Este suceso causó conmoción por los riesgos que implica para la seguridad de los residentes de la zona y los efectos en el medioambiente. Le gente especula sobre la magnitud del siniestro, comparándolo incluso con el desastre nuclear de Chernóbil.

 

El accidente ocurrió el pasado 3 de febrero y, de los 150 vagones que eran transportados, 50 fueron parte del accidente, de estos, diez transportaban cloruro de vinilo, material que se usa para la fabricación de plásticos y recubrimiento de cables, y es altamente cancerígeno para los humanos, particularmente en padecimientos del hígado, pero también con agravios a la salud si se inhala por lagos lapsos de tiempo, produciendo tumores en pulmones o cáncer de sangre (leucemia).

 

Esta sustancia es sumamente inflamable y, dadas las circunstancias, no hay posibilidades de recogerla en maniobras de limpieza comunes, sumado al fuego que dificulta otro tipo de intervención. Por estas razones, los trabajos se concentran en liberarlo con la finalidad de evitar que su concentración culmine en una explosión más severa. La práctica produce otro problema, pues deviene en la transformación a cloruro de hidrógeno y fosgeno, otros agentes cancerígenos. Se sabe que este último compuesto fue utilizado como arma química durante la Primera Guerra Mundial.

 

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Más sustancias confinadas en otros vagones han empezado a derramarse, causando estragos, como la muerte de decenas de peces que perecieron casi al momento de entrar en contacto por su pronunciada toxicidad, más el deceso de animales como zorros, perros y ranas del lugar. También se reportó la contaminación del aire y agua de las localidades cercanas.

 

El tren, perteneciente a la empresa Norfolk Southern, salió de la vía en las inmediaciones de la ciudad de East Palestine, Ohio, cerca de la frontera con Pensilvania, y las zonas aledañas al hecho no fueron desalojadas hasta el pasado fin de semana. Pese a la gravedad del incidente, no todos los habitantes se mostraron abiertos a dejar sus hogares.

 

Se ha comparado con la situación vivida, y que aún prevalece, con la explosión de un reactor nuclear en la central de Chernóbil, ubicada en Prípiat, Ucrania, el 26 de abril de 1986, ocurrido durante la época de la Unión Soviética.

 

 

La explosión se dio a causa de una falla en la fabricación, pues al usar los métodos de apagado de emergencia que insertaban barras de boro en el reactor, estos contenían grafito en las puntas, un elemento acelerador que provocó que los procesos de fisión se intensificaran en lugar de detenerse. También, por la mala gestión de los operadores en turno.

 

La consecuencia de esto es la inhabitabilidad del lugar por los próximos 20,000 años, pues la radiación que aún está presente es suficiente para atentar contra la vida de los seres vivos.

 

Lo más parecido son las consecuencias de los agentes liberados, pues la radiación, al igual que los químicos, son altamente cancerígenos. Aunque el uranio también produce mutaciones en el ADN y problemas para el desarrollo en menores.

 

Como se mencionó anteriormente, la gente del poblado donde se dio el accidente fue desalojada, al momento se determinó un área de 1.6 millas (poco más de dos kilómetros) de exclusión. En Chernóbil se delimitaron 30 kilómetros a la redonda para mayor seguridad. La gente en Ucrania no tuvo oportunidad de decidir si se quedaba o iba, la retirada fue obligatoria, contrario a lo que está pasando en Estados Unidos.

 

A diferencia de lo ocurrido en la central ucraniana, no hay evidencia de que el cloruro de vinilo dure tanto tiempo en el ambiente como el Uranio-235, que persiste por miles de años.

 

Finalmente, la expansión del contaminante. Con la situación nuclear se dieron lecturas de isótopos radioactivos en otros países como Suecia y Alemania, donde se restringieron las actividades al aire libre en el momento. En contraste con lo que sucede en Ohio, donde no se han detectado altos niveles de contaminantes en otras entidades.

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