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La reciente actuación de Alejandro Fernández en el Festival Viña del Mar le valió una serie de críticas por interpretar una de sus canciones más famosas y es que, el potrillo fue juzgado por la ex ministra de Desarrollo Social y Familia en Chile, Karla Rubilar Barahona, de hacer apología a los feminicidios con su canción “Mátalas”.
A pesar de haber estrenado la canción hace 20 años, la censura alcanzó una vez más a Alejandro, quien ya había enfrentado críticas similares en 2020 cuando la actriz Angélica Aragón pidió que se dejara de cantar el tema, pues consideraba que solo normalizaba la violencia.
La Red Chilena contra la Violencia también se ha sumado a las quejas y han pedido que la letra de la canción sea modificada y, aunque el intérprete mexicano no ha emitido alguna postura; el compositor de la canción, Manuel Eduardo Toscano, afirmó en una entrevista al periódico El País que cambiará algunas palabras como “pistola” o “daga”, pero mantendrá el asesino de mujeres.
La misoginia y el sexismo se reproducen en distintos contextos y en la música se ve reflejada en la letra de las canciones. Aunque se tiende a pensar que ciertos géneros o artistas están más propensos a reproducir este tipo de mensajes, lo cierto es que no hay barras para la violencia de género. Académicos coinciden en que un cantante no va a provocar que una persona se convierta en feminicida, pero si está normalizando la violencia, al mismo tiempo que funciona como un reflejo de la sociedad actual.
Este no ha sido el único caso, pues en la cultura mexicana se cuenta con diversos ejemplos en los que colectivos u organizaciones pidieron modificar la letra de algunas canciones para aminorar la desigualdad.
Ingrata - Café Tacvba
La letra de “Ingrata” fue escrita en 1993 por Enrique y Alfredo Rangel Arroyo, Emmanuel Del Real y Rubén Albarrán para el álbum “Re”, pero terminaría con una nueva versión. En 2019, la agrupación mexicana Café Tacvba anunció que llevaría a cabo cambios en uno de sus más grandes éxitos tras haberse concientizado sobre la violencia de género y los feminicidios.
Aunque la canción dejó de ser interpretada desde 2016 ante la crítica de colectivos feministas, tres años después y de la mano de Andrea Echeverri de Aterciopelados, la banda decidió agregar estrofas sobre desamor y empoderamiento desde el punto de vista femenino.
“Concha del alma” - Edwin Luna y La Trakalosa de Monterrey
La agrupación de regional mexicano también llevó a cabo cambios en Concha del alma, canción icónica de Antonio Aguilar, pero que en manos de La Trakalosa tuvo que ser reescrita, ya que fueron acusados de difundir un mensaje machista y de violencia.
Para evitar polémicas, en 2012 la banda grabó su propia versión para el álbum “Doble vida”, donde sustituyeron la frase “Yo te digo ‘levántate, Concepción, a echarme unas gordas, que es tu obligación’” por “Yo te digo: ‘levántate, Concepción, a echarme unas gordas que me voy pa’ la labor’”.
“17 años” - Los Ángeles Azules
En 2021, la agrupación chilanga fue cancelada por la comunidad de Twitter luego de que algunos usuarios se quejaron por la letra de su canción “17 años”, señalando que hacía referencia a una relación entre un hombre adulto y una menor de edad.
Aunque las quejas causaron revuelo, la agrupación no hizo cambios en su interpretación, aunque sí emitieron un mensaje donde aclaraban que la historia contada en su canción se trataba del amor entre personas de la misma edad.
