Represión y crisis: 10 años de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela

Represión y crisis: 10 años de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela

Foto: Xinhua

Después de la muerte del expresidente Hugo Chávez en Venezuela, se creyó que esto era la oportunidad para cambiar la vida en el país. El arribo de Nicolás Maduro al poder alteró ese panorama y, a diez años de su llegada, los venezolanos no ven mejoras en la nación, toda vez que la crisis económica se agudiza y la población opta por huir en busca de refugio.

 

Debido al cáncer, la muerte de Hugo Chávez el 5 de marzo de 2013 suponía un fin al socialismo instaurado en Venezuela, a la par de una verdadera democracia y condiciones de vida más dignas. Maduro, el sucesor político, no fue un cambio sustancial, pues llegó con la misma intención de perpetrarse en la presidencia y continuar la línea chavista.

 

La vertiente más recalcada de esta tendencia es la crisis económica, pues el país sudamericano se sitúa como la nación con la tasa de inflación más alta del mundo, de 39.4 % en febrero de 2023, y 440 % en el índice anual. Los problemas que esto atrae son diversos, siendo la crisis alimentaria la más destacada. En los supermercados se siguen viendo anaqueles vacíos y falta de insumos básicos de medicina.

 

 

En 2017 se reportó que el ciudadano promedio restó 11 kilogramos de peso corporal y presentó rasgos de desnutrición. Las medidas que ha ejercido el mandatario han dado resultados como la dependencia de miles de personas a lo que su gobierno les dé. Para recibir los apoyos alimentarios, la gente debía afiliarse a su partido y eran forzados a votar por él.

 

A esto se suma la crisis humanitaria que golpea a los ciudadanos y los orilla a dejar su vida atrás en búsqueda de un nuevo comienzo lejos del país. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hasta 2022 habían más de 7 millones de venezolanos migrantes y en situación de refugiados, la mayoría repartidos en países de América Latina y el Caribe, aunado al otro millón de solicitantes de asilo que esperan arreglar su situación migratoria para alojarse en otro lugar. La inseguridad se ha hecho más pronunciada y los grupos delictivos que operan en Venezuela no cesan.

 

A la par, las fuerzas militares del estado se han hecho más grandes y son parte activa de la política. En esta década se registraron 38 funcionarios del gabinete de Maduro que estuvieron en las filas del ejército. En 2020 el departamento de Justicia de Estados Unidos acusó al presidente y miembros del gobierno de narcotráfico, incluso ofreciendo recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

 

 

El régimen de Maduro sigue siendo desacreditado por varios países gracias a los atropellos a la democracia. En 2018 se llevaron a cabo las elecciones en las que sólo 42 % de los venezolanos acudieron a las urnas, poniéndolo como ganador con el 68 % de los votos a su favor. Pese a esta victoria, se acusó de que el sistema electoral era fraudulento y los otros candidatos, opositores, fueron hostigados en el proceso.

 

Juan Guaidó se autoproclamó presidente legítimo interino en 2019 y recibió el respaldo de países como Estados Unidos, Francia, España y Reino Unido, no obstante, fue desestimado por el gobierno de Nicolás Maduro. Este año se disolvió la presidencia interina de la que formó parte Guaidó, comprometiendo las posibilidades de influencia del líder opositor.

 

Algo que caracterizó a Chávez fue la persecución a contrarios, su prolongación en el poder y la censura a los medios de comunicación. En este sentido, Maduro ha intentado replicarlo siempre, y prueba de ello es la lucha contra la libertad de expresión. Decenas de periódicos impresos dejaron de circular, al menos 40 estaciones de radio fueron retiradas del aire por supuestas irregularidades en licencia en 2017 y 79 en 2022. Esto dejó sin empleos a miles de personas que laboraban en las emisoras.

 

 

Además, los canales televisivos no alineados y críticos al gobierno, como Globovisión y VPITV, fueron cerrados y perseguidos por el régimen. Los ataques a la prensa no se limitan a sus connacionales, pues también ha sido restrictivo contra los periodistas del extranjero, como el mexicano Jorge Ramos, a quien retuvo por horas después de una entrevista que incomodó al mandatario, igualmente, decomisó el material de video de dicho encuentro.

 

De cara a las elecciones presidenciales de 2024, la oposición espera definir a su nuevo candidato que pueda cambiar el rumbo de Venezuela. Se tiene la expectativa de que los comicios se lleven a cabo de manera justa y sin intervenciones del gobierno que ha estado marcado por la crisis económica y humanitaria.

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