En pleno 2023, se mantienen las brechas de género en Puebla: Ibero Puebla

En pleno 2023, se mantienen las brechas de género en Puebla: Ibero Puebla

Foto: Maribel Morillón

Las brechas entre hombres y mujeres se mantienen muy marcadas tanto a nivel laboral como educativo, de ahí que el trabajo que llevan a cabo las mujeres, tanto remunerado como doméstico, no sea valorado de la misma forma que el de los hombres, lo cual también se traduce en las oportunidades de trabajo y crecimiento para las mujeres.

 

Así lo concluyeron académicos y especialistas de la Universidad Iberoamericana de Puebla durante la presentación del Tercer Breve Informe sobre Desigualdad de Género en México, cual hace una evaluación cuantitativa sobre la situación laboral, salarial y educativa en México.

 

Miguel Calderón Chelius, académico de la Universidad Iberoamericana y parte del observatorio de salarios de esta misma institución, se encargó de presentar el informe en el cual como primer punto se confirmó que la brecha salarial entre hombres y mujeres continúa existiendo, tanto a nivel nacional como estatal.

 

Por ejemplo, a nivel nacional el ingreso mensual real promedio de las personas económicamente activas el 2022 era de $4,533 para los hombres mientras que para las mujeres era de $2,759 pesos; en tanto que para Puebla el ingreso mensual promedio era de $3,238 para los hombres y $1,801 para las mujeres.

 

Esto demuestra que no solamente existe una diferencia salarial entre hombres y mujeres sino que además los ingresos han ido disminuyendo con el paso de los años, haciendo que las mujeres ganen incluso menos que lo que ganaba un hombre en 2015.

 

El género en las ocupaciones laborales también sigue siendo un tema a destacar pues hay profesiones en las cuales las mujeres siguen teniendo una participación más marcada que los hombres y eso también repercute en sus ingresos económicos.

 

Por ejemplo las trabajadores de la educación siguen siendo prioritariamente mujeres con el 63.9 % contra 36.1 % de hombres, tendencia similar a la que se da en trabajadores en servicios profesionales y oficinistas.

 

Otras actividades laborales donde hay una mayoría de mujeres son los comerciantes donde existen aproximadamente 55.5 % de mujeres por 44.5 % de hombres, pero solamente son en estas cuatro actividades donde hay una mayoría de mujeres contra los hombres.

 

Actualmente hay un 60.8 % de funcionarios y directivos de sectores públicos, privados y sociales contra apenas 39.2 % de mujeres mientras que conductores y ayudantes de conductores de maquinaria móvil y medios de transporte, las mujeres prácticamente no tienen actividad pues apenas representan un 1.9 % del total.

 

 

En el ámbito público

 

La desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito público se puede ver principalmente en la distribución de funciones de gobierno, como pueden ser los congresos locales, federales, así como la Cámara de Senadores.

 

A nivel nacional existe una distribución muy similar entre hombres y mujeres pues la brecha apenas es de 2.7 %, aunque es en favor de los hombres ya que hay 50.7 % de legisladores por un 49.3 de mujeres en los mismos cargos.

 

En Puebla la brecha es más alta pues es del 21.7 % ya que el 56.1 % de los legisladores son hombres mientras que 43.9 % son mujeres, en tanto que en la Ciudad de México es donde se logra una igualdad perfecta pues existe misma cantidad de legisladores mujeres por legisladores hombres.

 

En la educación

 

En el ámbito educativo el informe sobre desigualdad de género revela que en Puebla las personas de entre 20 y 24 años que cuentan con estudios superiores corresponde a un 55 % de hombres por apenas un 45 % de mujeres.

 

Pero dicha brecha se va a cerrando conforme avanzan los grupos etarios y es en el rango de los 55 a los 59 años en el que existe igualdad entre hombres y mujeres que cuentan con estudios superiores.

 

A nivel general, los números son muy similares pues el 8.8 % de la población que cuenta con estudios superiores en Puebla son hombres mientras que el 8.7 % son mujeres.

 

Distribución del trabajo

 

Además del análisis efectuado sobre las brechas salariales, el informe sobre desigualdad contempla la distribución del trabajo entre hombres y mujeres, tanto del trabajo remunerado como del no remunerado y voluntario.

 

En este aspecto los hallazgos permiten ver que los hombres en Puebla trabajan un promedio de 7.6 horas al día en actividades remuneradas, mientras que las mujeres apenas lo hacen 4.6 horas, lo que representa una brecha de 3 horas.

 

Esto no quiere decir que las mujeres trabajen menos que los hombres pues en el trabajo no remunerado correspondiente a actividades de lugar, el informe muestra que las mujeres en Puebla trabajan en promedio un 6.8 horas diarias, mientras que los hombres apenas destinan 2.1 horas diarias para estas actividades.

 

De este modo se puede ver que, en total al día un hombre en Puebla trabaja 10.5 horas en promedio, mientras que una mujer lo hace 12.9 horas, destinando más tiempo al trabajo no remunerado en casa o incluso al cuidado de otros familiares.

 

Violencia

 

La violencia también constituye un ámbito de desigualdad pues los indicadores muestran que la violencia en general ha crecido, pero también aquella que es enfocada en contra de las mujeres.

 

Durante los últimos 12 meses, el 42.8 % de las mujeres en todo el país ha sido víctima de alguna situación de violencia.

 

En caso de Puebla encontramos que la violencia ejercida por las parejas en contra de las mujeres durante el 2021 afectaba a un 20.7 % de la población femenina de 15 años o más, mientras que en 2017 era del 25.3 %, lo cual muestra una aparente disminución en la incidencia.

 

Esta tendencia a la baja se ha dado en los ámbitos laborales comunitarios y familiares, pero no así en el escolar pues en 2016 el 17.5 % de las mujeres habían sido víctima de violencia en este ámbito, Pero para el 2021 aumentó a un 20.2 %.

 

De acuerdo con el doctor Miguel Calderón Chelius, la incorporación de las mujeres al mercado del trabajo ha significado de una transformación en los roles de género pero esto no ha sido un proceso liberador para todas las mujeres, pues solamente algunas han logrado desarrollarse en sus respectivos hábitos profesionales.

 

La mayoría de estas mujeres que han ingresado el mundo laboral lo han hecho como obreros o subordinados en actividades precarias y de explotación, situación que si bien también sufren los hombres, se ve con mayor frecuencia en las féminas, quienes deben de enfrentar diversos retos como el famoso techo de cristal.

 

"La desigualdad de género, en todas sus formas y expresiones, se debe combatir, es un problema de carácter estructural que reflejan los términos que están establecidos en las relaciones al interior de la sociedad, su disminución no es producto de la mera buena voluntad sino de la transformación social, económica y política", concluyó el académico.

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