Explosión de transformadores, ¿es culpa de la CFE?

Explosión de transformadores, ¿es culpa de la CFE?

Foto: Enfoque

La explosión de un transformador de energía eléctrica puede ser una situación bastante peligrosa, principalmente cuando está cerca de algún domicilio o en una vialidad altamente transitada, esto sin mencionar las afectaciones que generan por cortocircuitos y cortes de energía eléctrica.

 

Esta situación se vivió la noche del miércoles cuando la lluvia en la zona nororiente y sur de la ciudad de Puebla provocaron apagones por fallas en los transformadores, principalmente en colonias El Mirador y Plaza Dorada.

 

Por casi dos horas hubo un corte de energía total que afectó tanto al alumbrado público como a las casas y establecimientos que se ubican en la zona, por lo que más de una persona se cuestionó sobre si esto pudo prevenirse o si se trata de un problema que se debe enfrentar cada temporada de lluvias.

 

¿Qué es un transformador y por qué explota?

 

Para empezar, hay que señalar que un transformador eléctrico es un dispositivo que permite aumentar, disminuir o regular el voltaje de un circuito eléctrico, así como aislar eléctricamente alguna corriente, pero a pesar de la evolución de la tecnología, la mayoría de estos sistemas continúa siendo bastante propenso a fallas.

 

Cuando un transformador se quema puede deberse a múltiples razones que van desde un cortocircuito, el daño generado por las lluvias o tormentas, un poste de la red eléctrica derrumbado, así como un problema con los aceites minerales que están dentro de la estructura.

 

Cuando un transformador se quema, generalmente provocan una explosión y se pueden ver llamas saliendo de él, de ahí que sea tan peligroso cuando está cerca de alguna vivienda o incluso de algún árbol, pues el fuego rápidamente se puede propagar.

 

¿Se puede prevenir?

 

La falla de un transformador es postergable si se le da un mantenimiento constante, pero no es completamente evitable, ya que el aceite que contienen en su interior es altamente variable y está expuesto a múltiples cambios de temperatura, lo cual puede hacerlo volátil en cualquier momento.

 

De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad, los transformadores deben estar hechos de material resistente como el acero inoxidable, además debe de tener un recubrimiento que protege por al menos cinco años sin recibir mantenimiento contra la corrosión.

 

El tiempo de vida de un transformador puede ser de hasta 10 años, dependiendo del mantenimiento que reciba, pero si los cambios de temperatura son muy constantes, como puede ocurrir en la temporada de lluvias, los gases tóxicos dentro del transformador son más susceptibles a la explosividad.

 

Esto quiere decir que sin importar el tiempo que tenga un transformador, incluso estando prácticamente nuevo, está susceptible de sufrir alguna avería, de ahí que no se pueda señalar completamente a la Comisión Federal de Electricidad de este tipo de incidentes y las afectaciones que trae consigo.

 

Las principales afectaciones que puede traer la falla de un transformador es provocar algún cortocircuito en una casa y que esto a su vez se traduzca en daños para los electrodomésticos y aparatos eléctricos, situación que también puede ser calificada como una negligencia por parte del usuario.

 

Aunque la mayoría de las personas pasan por alto dicha recomendación, todos los aparatos eléctricos recomiendan una instalación a través de un regulador de mediana tensión, el cual evita que estos picos de energía durante la explosión de un transformador afecten los aparatos.

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