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El cáncer de ovario no es uno de los padecimientos más comunes en el país; sin embargo, tiene un alto índice de mortalidad, llegando a ser más letal que el cáncer de mama o cervicouterino. En comparación con las cifras de inicios de siglo, la incidencia, así como el número de defunciones, se ha multiplicado hasta en 250%.
La actriz Rebecca Jones fue una de las últimas víctimas que cobró este padecimiento; no obstante, desde 1990 a 2017 la incidencia de cáncer en el país se incrementó en 250 por ciento, pasando de 150,000 a 376,000 casos. En 2012, este tipo de cáncer era el séptimo más frecuente a nivel mundial y en México se colocaba como el tercer padecimiento con más casos entre los cánceres ginecológicos, de acuerdo con GLOBOCAN, una herramienta para evaluar el estado actual del cáncer en Latinoamérica.
Las probabilidades de sobrevivir al cáncer de mama, uno de los males más comunes, es de casi el 90%, mientras la tasa de supervivencia al cáncer de ovario ronda apenas el 40%. Esto se debe en gran parte a que es un cáncer difícil de detectar, incluso algunos casos muestran síntomas tardíos, lo que complica la salud de las pacientes.
Sus síntomas más comunes son inflamación o dolor en el área de pelvis y abdomen, estreñimiento o diarrea, ganas constantes de orinar, pérdida de apetito y cansancio excesivo. Este cuadro de síntomas suele confundirse con muchos otros malestares menos graves y en la mayoría de los casos se diagnostica de forma tardía, cuando la metástasis ya comenzó; es decir, que el cáncer ha empezado a diseminarse a otros órganos, por ello es recomendable que, si se presentan estos síntomas por al menos dos semanas o más, se acuda al médico.
Tipos de cáncer y principal grupo de edad al que afecta
El cáncer de ovario se clasifica en tres tipos de tumoraciones diferentes ya que los ovarios están compuestos por tres tipos de células, de esta forma es posible detectar tumoraciones en las células epiteliales (las que cubren al ovario), gremiales (las que producen los óvulos) y estromales (encargadas de producir hormona y dar estructura y sostienen al ovario). El más común de los tres es el epitelial.
De acuerdo con expertos, ninguna mujer está exenta de poder padecer este tipo de cáncer; sin embargo, es más común la detección en mujeres mayores de 40 años y el riesgo aumenta en mujeres postmenopáusicas o mayores de 60 años.
Otros factores que favorecen su aparición son la genética, el tomar algunos tratamientos de fertilidad por más de un año, padecer obesidad o llevar una vida completamente sedentaria, ser fumadora o haber tenido otros problemas ginecológicos como quistes, endometriosis, etc., así como presentar mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA 2, esto se sabe por medio de una prueba de ADN que se recomienda hacer solo en casos de tener familiares directos que hayan padecido este tipo de cáncer.
¿Se puede evitar el cáncer de ovario?
La medicina actual, no puede garantizar que a lo largo de tu vida no padecerás este u otro tipo de cáncer, por ello es importante recordar factores de protección que nos ayudan a minimizar las probabilidades de tener este padecimiento.
Para ello, es importante facilitar la detección oportuna en caso de padecerlo acudiendo de manera periódica al médico para llevar a cabo chequeos de rutina. La Sociedad Americana contra el Cáncer, recomienda llevar una alimentación balanceada para disminuir la propensión a distintos tipos de cáncer moderando el consumo de alimentos ultra procesados, bebidas edulcoradas (azúcares refinados en general) y carnes rojas o procesadas.
