Ahorrar para el retiro, un reto para la generación millennial

Ahorrar para el retiro, un reto para la generación millennial

Foto: FreePik

Para los millennials, y las generaciones próximas, se avecina un futuro incierto cuando se habla de jubilación. Incluso si se está en un trabajo formal, después de las reformas al sistema de pensiones en México, el retiro se transformó en un asunto personal, toda vez que es responsabilidad de cada quien empezar a ahorrar por cuenta propia.

 

Para todos aquellos trabajadores que empezaron a cotizar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) antes del 1 de julio de 1997, la pensión es viable a partir del régimen de la Ley 73, donde se estipula que la persona en cuestión puede solicitar su jubilación por vejez a los 65 años, recibiendo el 100 % del salario en su último trabajo.

 

La otra opción es por cesantía, es decir, antes de la edad mínima a partir de los 60, pero con diferentes proporciones de pago que pueden ir del 75% al 95% del último salario. Si por voluntad propia se empleaba más allá de los años mínimos, la pensión podría aumentar entre 10 y 15%.

 

En ambos casos es necesario que haya una cotización mínima de 500 semanas ante el IMSS, aproximadamente diez años de trabajo, calculando el monto que se abonará de acuerdo a lo recibido en los últimos cinco años o 250 semanas.

 

Por otro lado, si se empezó a cotizar en empleo formal después del 1 de julio de 1997, la Ley 97 es la indicada. En esta se requiere un mínimo de 1,250 semanas cotizadas ante el IMSS, es decir, casi 25 años de servicio. De igual forma, es necesario tener los 60 años cumplidos y 65 para que sea por vejez.

 

Desde el 1 de enero de 2021 entró en vigor una reforma a la Ley de Pensiones, en la que se estipula que el mínimo de semanas cotizadas es de 750, con aumentos anuales de 25 semanas hasta llegar a las 1,000 en 2031. Actualmente la cotización es de 800 semanas o 15 años. En esta modalidad se plantea la opción de Retiro Programado, que ya no es de renta vitalicia, sino mediante la contratación de un Afore al que se abonarán cantidades voluntariamente. En cuanto el ahorro se termine, la pensión dejará de recibirse.

 

Opciones para mejorar el retiro

 

Aunque pareciera que el fin de la vida laboral es una sentencia enfocada a la supervivencia y precariedad, más que a un estilo de vida digno, aún hay opciones para contemplar mejores posibilidades a futuro.

 

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), da a conocer puntos en los que los recién ingresados a la vida productiva se pueden centrar para empezar con la planeación de su jubilación. Uno de estos es la contribución voluntaria desde el principio de los empleos, ya que los ahorros en Afores dan posibilidad de tener rendimientos y beneficios fiscales. Esto se puede hacer desde tiendas de conveniencia, supermercados o ventanillas del Afore contratado. Empezar temprano da mayores posibilidades de acumular una cantidad significativa que dé más dividendos.

 

Por otra parte, están los llamados Planes Personales de Retiro (PPR), en los que se pone el dinero para generar intereses a largo plazo, siendo relevante por el tiempo que se tiene para planear hasta la edad necesaria para pensionarse. La condicionante para aprovechar el dinero juntado es que solo estará disponible hasta cumplir los 65 años, pues si se retira antes el cuentahabiente puede tener penalizaciones.

 

Otra opción, aunque con más exigencia económica, son los seguros para el retiro. Estos se contratan con alguna institución financiera; sin embargo, tienen varias consideraciones, como las capacidades de ahorro del solicitante, así como los ajustes, las condiciones que la aseguradora imponga y la meta que se desee alcanzar. De igual forma, se debe exigir a los usuarios a que pidan a las compañías un pliego de los beneficios fiscales que representa la contratación. Finalmente, se debe poner atención a las cláusulas que se estipulan para que no se evadan responsabilidades en casos de riesgo. Algunas dan la posibilidad de entregar la pensión en una sola exhibición o a plazos mensuales hasta el fallecimiento.

 

Expectativas para el retiro

 

La ventaja de que el ahorro se haga por iniciativa se dificulta, toda vez que muchos mexicanos no perciben lo suficiente para solventar sus necesidades diarias y además para ahorrar dinero pensando en su vida post laboral. Según la encuesta “Ahorro y futuro: ¿Cómo viven los jóvenes el retiro?” de 2019, de la Asociación Mexicana de Administración de Fondos para el Retiro (Amafore), solo el 35% de los hombres y el 24% de las mujeres de 18 a 40 años creían que su manutención en la vejez estará dada por algún sistema de pensión. En contraste, el 61 y 73% respectivamente, esperan que sea su descendencia o familiares los que se hagan cargo de ellos.

 

El mismo censo señaló que, de la población general de 18 a 40 años, el 79% sabía lo que es un Afore, pero solo el 38% contaba con esta forma de ahorro.

 

A esto se suma que gran parte de la población económicamente activa trabaja en la informalidad. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), afirmó que hasta octubre del año pasado, 32.4 millones de mexicanos se desenvuelven en el sector informal, es decir, sin prestaciones de ley o incorporación al IMSS, contra los 26.1 millones que sí está inscrito en labores formales.

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