Niveles de angustia en la población mundial han aumentado en la última década

Niveles de angustia en la población mundial han aumentado en la última década

Foto: Pixabay

Un estudio publicado en la Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EU (PNAS) ha revelado que durante la última década, los niveles de angustia en la población mundial se han incrementado de manera importante.

 

En concreto, en 2009, 25 % de las personas reconocían haber tenido sentimientos de tristeza, preocupación o estrés, pero la cifra se elevó al 31 % en 2021, según datos obtenidos a través de encuestas telefónicas.

 

Las entrevistas abarcaron a más de millón y medio de personas de 113 países, mostrando que la gente con un estatus socioeconómico inferior tiene peor salud mental que aquellos con mejores ingresos.

 

“La evidencia emergente sugiere que la angustia psicológica ha aumentado sustancialmente en los últimos años en los Estados Unidos y el Reino Unido. A escala mundial, los impactos demográficos de la crisis financiera de 2008 a 2010 y la pandemia de COVID-19 en 2020 se han relacionado con mayores dificultades de salud mental y angustia emocional en las naciones afectadas”, señalaron los autores de la investigación.

 

 

A pesar de esto, los expertos señalaron que aún no había una imagen global de las tendencias contemporáneas en situaciones de angustia, por lo que, para abordar el problema, tuvieron que analizar los datos más actuales de la encuesta representativa de Gallup World Poll para estimar los cambios globales en los sentimientos de angustia emocional de 2009 a 2021.

 

Los resultados revelaron que la prevalencia de sentimientos de angustia aumentó del 25.16 % en 2009 al 31.19 % en 2021, lo que representa un aumento general de 6.03 puntos porcentuales.

 

“Se observaron aumentos estadísticamente significativos en los niveles de angustia emocional entre 2009 y 2021 en todos los grupos demográficos examinados y fueron mayores entre aquellos con educación primaria y los del quintil inferior de ingresos. De 2009 a 2021, hubo un aumento sustancial en los sentimientos de estrés, tristeza y preocupación”, explicaron los autores.

 

Por otro lado, los datos reflejaron que durante la pandemia por COVID-19 hubo un incremento de 2.5 % en la población que vivía con angustia. En este sentido, el estudio mostró que la emergencia sanitaria tuvo un impacto diferente según la edad.

 

 

Los mayores de 55 años continuaron con cifras que empeoran año a año, pero, de acuerdo a los datos, no sufrieron un deterioro tan intenso como los menores de esa edad. En particular, los menores de 35, que en todo el periodo estudiado eran los que menos angustia vital reconocían, superaron a los mayores de 55 y se acercaron a los de entre 35 y 55, que son el grupo de edad más angustiado.

 

Los investigadores señalaron que su trabajo coincide con los resultados de otros estudios, que “indican que la pandemia tuvo un efecto psicológico adverso” y que “ese incremento fue breve”, un resultado consistente con los hallazgos que sugieren que “la población se adaptó con flexibilidad a las circunstancias estresantes de la pandemia y se recuperaron relativamente rápido del angustioso impacto inicial del periodo de confinamiento”.

 

Finalmente, se explicó que hay diversos motivos que han contribuido a la tendencia negativa de salud mental en el planeta, como la “preocupación por el declive de la cohesión social en algunas naciones, reflejada en aislamiento y soledad que pueden contribuir a la sensación de angustia”.

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