¿Gordita o memela? Este es el origen del icónico platillo poblano

¿Gordita o memela? Este es el origen del icónico platillo poblano

Foto: Enfoque

La memela, uno de los platillos tradicionales en Puebla, tiene sus orígenes en épocas prehispánicas, de acuerdo con los textos históricos, el misionero franciscano Fray Bernardino aseguró que este alimento estaba presente en la mayoría de las ciudades y pueblos descendientes de los chichimecas.

 

Su nombre proviene de una reducción del término náhuatl tlaxcalmimilli, de tlaxcalli (tortilla) y mimilli (largo), es decir, una tortilla grande y alargada. Relatos de españoles en la época de la conquista describen a las memelas como unos panecillos extendidos.

 

Este alimento se reservaba normalmente para el consumo de la clase gobernante y gracias a que el maíz fue la base alimenticia de estos pueblos, su preparación se mantuvo con el paso del tiempo. Actualmente hay variantes sobre su preparación, en algunos estados como Oaxaca, las memelas son redondas y pequeñas; en Puebla, la memela ha mantenido una lucha por conservar la denominación y no ser confundidas con las gorditas, un término aplicado en la Ciudad de México.

 

Flor Márquez Melga, la actual Reina del Maíz de la junta auxiliar de La Resurrección, con un penacho hecho a mano, explica en entrevista que las memelas, los alimentos de los dioses aztecas, son un rasgo representativo en su comunidad.

 

La preservación de esta tradición ha colocado a La Resurrección en un punto de referencia gastronómico, pues durante 13 años se ha llevado a cabo un festival en torno a este alimento, así como al maíz. En este punto, refiere que, en los últimos años, han tenido que luchar por preservar la denominación de memela como referente cultural, además de velar por la identidad del maíz frente a las empresas de transgénicos.

 

De acuerdo con Flor, la cercanía con el Estado de México ha creado confusiones entre las gorditas y memelas, aunque comparten algunos ingredientes. En Puebla, el tamaño es casi el triple, con un relleno de frijol molido con salsas que pueden ser de chipotles o huachinangos.

 

Otras mujeres de la región destacan el aporte económico que tiene este “alimento de dioses”, pues gran parte de ellas se dedican a la preparación de memelas en la junta auxiliar, así como en diversos puntos de la capital poblana, como los mercados y algunas colonias populares, gracias a esto han logrado mantener a sus familias, así como brindarles estudios superiores.

 

Por otro lado, la Reina del Maíz señala que la defensa de este platillo y su identidad cultural también radica en la preservación de la raza original de este alimento. En México se cultivan 64 razas distintas; aunque 59 se pueden considerar nativas y 5 provenientes de otras regiones, pero que también se han colectado en el país, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

 

En México se ha permitido la siembra de cultivos transgénicos desde hace más de 20 años, aunque un reciente decreto presidencial ha señalado que continuarán las exportaciones de maíz transgénico para forraje y uso industrial, pero ya no para consumo humano. Durante todo este tiempo, diversas ONG han abogado por la preservación de los maíces nativos y la milpa, ya que sus aspectos bioculturales son parte de nuestra herencia histórica.

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