“La Niña” y “El Niño”, fenómenos climáticos para los que México no está preparado

“La Niña” y “El Niño”, fenómenos climáticos para los que México no está preparado

Foto: Pixabay

Los fenómenos climáticos “La Niña” y “El Niño” podrían azotar de manera extrema el noroeste del país a finales del verano, donde ya se registran temperaturas superiores a los 40 grados, de acuerdo con expertos, México está preparado para afrontar estos cambios climáticos, pero ¿qué son estos fenómenos?

 

“El Niño”, u oscilación del Sur, es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de las costas de América y de países como Australia o Indonesia.

 

Durante un episodio de “El Niño” la superficie del océano Pacífico tropical se calienta más de lo habitual, especialmente en el ecuador y se extiende a lo largo de las costas de América del Sur y Central. Los océanos cálidos dan lugar a sistemas de baja presión en la atmósfera, lo que a su vez provoca muchas lluvias en las costas occidentales de América, así como inundaciones.

 

Cada episodio puede durar hasta un año, aunque las temperaturas máximas tienden a registrarse durante los meses de otoño e invierno del hemisferio norte: de octubre a febrero. Los pescadores de Sudamérica, que conocen este fenómeno desde hace mucho tiempo, lo llamaron "El Niño" porque algunos de sus efectos más importantes se producen en épocas decembrinas.

 

Por otro lado, el fenómeno de "La Niña" es básicamente lo contrario de “El Niño”, pues las temperaturas del océano a lo largo de la mitad oriental del Pacífico tropical se enfrían y esa parte del mundo se seca, lo que significa que Australia, Indonesia y el sureste de Asia son más húmedos y cálidos de lo habitual.

 

 

Los episodios de “La Niña” tienden a establecerse durante más tiempo que “El Niño”, persistiendo entre nueve meses y dos años. A mediados de febrero de 2023, las condiciones características de un episodio de “La Niña” seguían prevaleciendo en el Pacífico tropical; sin embargo, las temperaturas de la superficie del mar y los valores de otros indicadores atmosféricos indican ahora sobre un debilitamiento de este fenómeno.

 

Estos eventos climatológicos suelen producirse cada dos o siete años. Mientras tanto, las temperaturas oceánicas y los patrones de precipitación se vuelven más regulares. Sin embargo, los patrones no están perfectamente claros: un “Niño” fuerte no significa necesariamente que la siguiente “Niña” será particularmente intensa y viceversa.

 

El 9 de marzo de 2023, la Agencia Meteorológica de Estados Unidos (NOAA) anunciaba el fin de “La Niña” tras año y medio de condicionar la climatología mundial, este último episodio duró tres años hasta que en esta primavera alcanzó una fase neutra.

 

A pesar de estos registros, algunos especialistas advierten que, a finales del próximo verano, podría venir el azote de “El Niño extremo”. Esto afectaría a zonas como Sonora, en el noroeste del país, donde se es más vulnerable a la crisis climática.

 

 

El informe sobre el Estado del Clima Global 2022, de la Organización Meteorológica Mundial advierte que de 2015 a 2022 se vivieron los ocho años más cálidos registrados a pesar del impacto de enfriamiento de un evento de “La Niña” que duró los últimos tres años.

 

Tras estos años con “La Niña”, durante la presente primavera hay una fase neutra entre los dos fenómenos, por lo que México debería crear un plan para prevenir.

 

América Nallely Lutz, profesora e investigadora del Colegio de Sonora, lamentó que México no cuentes con las suficientes políticas públicas preventivas. Al contrario, siempre reacciona ante las contingencias.

 

“Yo pienso que es bastante reactivo, desgraciadamente el sistema de gobernanza de la sequía y el exceso de agua (es así)”, aseguró la experta.

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