¿Cómo impacta la eliminación del Conacyt a la educación?

¿Cómo impacta la eliminación del Conacyt a la educación?

En los últimos días, se han dado a conocer una serie de reformas aprobadas por los legisladores en México, y una de ellas incluye la desaparición de uno de los institutos más criticados, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Aunque lleva más de cinco décadas en funcionamiento, para mucha gente no queda claro la función de este consejo y lo que implicaría esta modificación.

 

Actualmente, el Conacyt está dirigido por María Elena Álvarez-Buylla Roces y las modificaciones que se aprobaron recientemente no implican que quienes ya reciben algún beneficio o son parte de un programa dejen de serlo. El objetivo de la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador dicta que se creará el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), cuyo dirigente será asignado por el poder Ejecutivo y seguirá siendo un órgano descentralizado y autónomo.

 

La aprobación del dictamen se dio gracias a los votos de la bancada de Morena y aliados, que juntaron 257 votos, contra los 210 del bloque opositor y dos abstenciones. Ahora, la discusión se tornó a la Cámara de Senadores y a ellos les corresponde hacer modificaciones y la posterior votación, pero ¿qué implican los cambios de este organismo?

 

 

El Conacyt es un organismo público autónomo que recibe recursos de la Federación. Se creó inicialmente el 29 de diciembre de 1970 con el objetivo de impulsar y fortalecer el desarrollo científico y fomentar el avance tecnológico de México. Para ello se centran también en la formación humana para la investigación y difusión de la ciencia y tecnología.

 

Entre sus tareas también está la formación de profesionistas que acerquen al país a la independencia tecnológica y científica. Otra de sus encomiendas también es la formación de propuestas y políticas que difundan el quehacer científico y tecnológico de México, todo con un enfoque humanista, social y de conservación.

 

Por otra parte, este consejo también era el encargado de coordinar distintos sistemas de investigación y dar apoyo económico a los alumnos de estudios superiores. Para esto, el Conacyt brinda becas para que los estudiantes puedan continuar con su preparación en maestrías y doctorados en instituciones reconocidas y de excelencia.

 

Dichas instituciones son evaluadas por el consejo para determinar el valor y la calidad de sus programas de posgrado. También se da la posibilidad de seguir con los estudios en universidades del extranjero.

 

Otros de los apartados bajo la tutela del Conacyt es el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Este fue creado por acuerdo presidencial desde el 26 de julio de 1984 y el fin es reconocer a las personas encargadas de producir y divulgar conocimiento científico. Quienes demuestren aptitudes y pasen las evaluaciones por pares reciben el título de Investigadores Nacionales, lo que también conlleva el otorgamiento de estímulos económicos.

 

Una de sus últimas tareas fue durante la pandemia, pues se le encargó al organismo la labor de desarrollar una vacuna contra el covid-19. A medida que avanzó la vacunación con fármacos de otras marcas y países, se hizo difícil la fabricación del biológico mexicano, pues los sujetos voluntarios para ensayos no cumplían con los requisitos necesarios para seguir adelante.

 

 

Hasta el 1 de marzo de este año fue cuando se concluyó el proceso de reclutamiento y se siguió con el proyecto. Según el Conacyt, en los próximos meses se dará a conocer información sobre la eficacia de la vacuna y su posible aprobación.

 

El Conacyt y Elena Álvarez celebraron la reforma, pero la comunidad académica mostró su descontento por la forma en que se aprobó, sin mayor análisis ni discusión. La reforma de la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación devienen en la creación del mencionado Conahcyt, que buscará el desarrollo de la ciencia y tecnología en aras de bienestar social y el desarrollo sustentable. Aún con esto quedan dudas sobre lo que pasará con los investigadores, estudiantes y beneficiarios de los programas del Conacyt.

 

 

Anteriormente, para recibir becas se pedía una serie de requerimientos como cartas de recomendación, currículum o estar inscrito al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) y ser exclusivamente estudiante. Con la nueva reforma se prevé la creación de nuevos mecanismos para otorgar las becas, que se pretende sean universales y se den directamente y sin intermediarios.

 

La ley establece que el otorgamiento de becas y apoyos complementarios para estudiantes que lleven a cabo labores de investigación en instituciones nacionales o extranjeras, se hará de acuerdo a la disposición presupuestaria de la federación.

 

Para seguir fortaleciendo la inserción laboral, el Consejo Nacional laborará en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para integrar a los profesionistas en áreas estratégicas y prioritarias del desarrollo nacional.

 

En cuanto a la certificación de programas de estudio superior, se creará el Sistema Nacional de Posgrados, que será el encargado de promover y crear programas orientados a las ciencias y también a las humanidades. En este sentido, uno de los cambios más significativos y cuestionados es que la formación de profesionistas estará sujeta a lo que dicte la Junta de Gobierno del Consejo Nacional, todo de acuerdo a la agenda nacional.

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