Tras la Batalla de Puebla, ¿cuáles fueron las consecuencias para México y Francia?

Tras la Batalla de Puebla, ¿cuáles fueron las consecuencias para México y Francia?

La segunda intervención francesa tuvo lugar en México tras el cese del pago de la deuda externa y el no poder llegar a un consenso como sí se logró con Gran Bretaña y España. Esto propició que el ejército, encabezado por el autoproclamado emperador de Francia Napoleón lll, buscará imponer una monarquía dentro del territorio nacional, pero ¿cuáles fueron las consecuencias de este conflicto?

 

Esta es la tercera parte de una serie de reportajes especiales en Imagen Poblana, donde hablaremos sobre las consecuencias en México y Francia tras la Batalla de Puebla, el segundo enfrentamiento de las tropas invasoras tras el duelo de las Cumbres, donde los extranjeros lograron ganar terreno en Veracruz y parte de Puebla.

 

La intervención francesa es un eufemismo sobre los intentos de colonización del imperio francés, pues a pesar de las negociaciones presentadas en la Convención de Londres, Napoleón fue el único que optó por incursionar en tierras mexicanas, ya que su objetivo no era el cobro de la deuda externa, sino sumar a México como una de las colonias francesas con la idea de frenar el crecimiento de Estados Unidos.

 

De esta manera, las pelea que se libró entre el ejército de Oriente, reforzado por indígenas y otros civiles, contra los militares franceses, fue noticia a nivel mundial, no solo por el resultado, también por el impacto de saber que, el que en ese momento se consideraba el mejor ejercito del mundo, había sucumbido ante una nación empobrecida y sin formación militar.

 

 

Las primeras facturas tras el enfrentamiento fueron dentro de las tropas, pues se estima que aproximadamente 500 militares franceses y unos 100 mexicanos perdieron la vida durante el combate, mientras que la victoria del Ejército encabezado por Ignacio Zaragoza le valió del suficiente reconocimiento para colocar su nombre en la ciudad que protegió junto a otros 4,000 hombres.

 

Tras las bajas, el ejército francés decidió retirarse hacía San Agustín del Palmar, en Veracruz, donde el conde de Lorencez fue reprimido por Napoleón y obligado a volver a Francia para ser sustituido por Élie-Frédéric Forey. Las tropas francesas, durante su estancia en el estado costero, estuvieron a la espera de refuerzos.

 

Entre tanto, tan solo 3 días después de la victoria, el general Ignacio Zaragoza falleció tras contagiarse de tifus a los 33 años; en reconocimiento por su actuación, el entonces presidente de México, Benito Juárez, decidió que la ciudad llevara el nombre del general, lo que dio como resultado el icónico Puebla de Zaragoza.

 

Con Élie-Frédéric Forey al mando de las tropas francesas, se buscaba que el ejército volviera a tener su antiguo reconocimiento, pues en Europa, la noticia de la derrota causó histeria y desconcierto ante la dictadura de Napoleón.

 

 

Por ello, un año más tarde, entre el 16 de marzo y 17 de mayo de 1863, las tropas francesas volvieron a Puebla y la sitiaron durante 62 días. Sin Zaragoza para encabezar las tácticas militares, la responsabilidad recayó en el general Jesús González Ortega, nuevo comandante del Ejército de Oriente.

 

A pesar de los intentos por frenar a los extranjeros, la victoria fue para los franceses, quienes tomaron Puebla y avanzaron posteriormente hacia Ciudad de México. Esto propició que, para junio, se creará una Junta Superior de Gobierno integrada por políticos mexicanos que apoyaban a la monarquía.

 

Para 1864, se asumió como emperador de México a Maximiliano de Habsburgo, archiduque de Austria, esto desencadenó una serie de posturas adversas entre los políticos mexicanos que concluyó con la victoria republicana y la expulsión de los franceses en 1867.

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