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El exalcalde de la ciudad mexicana de Iguala, Guerrero (sur), José Luis Abarca fue sentenciado por un juez federal a 92 años de cárcel y una multa de unos 50.000 dólares por el delito de secuestro, según la condena publicada el miércoles.
La sentencia establece que Abarca ordenó en 2013 el secuestro de Arturo Hernández Cardona, líder del denominado Movimiento Campesino Unidad Popular (MCUP), y de otros cinco activistas: Ángel Román Ramírez, Rafael Balderas Román, Héctor Arroyo Delgado, Efraín Amates Luna y Nicolás Mendoza Villa.
Esos delitos fueron cometidos un año antes de que, en esa misma ciudad, en septiembre de 2014 y siendo Abarca alcalde, fueran perseguidos por patrullas de varios municipios cinco autobuses en los que viajaba un centenar de alumnos de la escuela de magisterio rural de Ayotzinapa, de los cuales 43 jóvenes fueron desaparecidos.
Los activistas desaparecieron el 30 de mayo del 2013, y Abarca fue declarado culpable de ordenar los abusos contra seis integrantes del MCUP.
El principal testigo de las torturas sufridas la madrugada del 1 de junio de 2013 es Mendoza Villa, quien fue secuestrado, maniatado y torturado.
Según su relato publicado en reportes de prensa, pidió que arrojaran su cuerpo cerca de una carretera para que su familia pudiera hallarlo, pero cuando era trasladado a un lugar para ser ejecutado escapó y después de vivir como fugitivo se presentó como testigo.
El sobreviviente y testigo Mendoza Villa trabajó como chofer durante años para el liderazgo de la organización MCUP.
El 30 de mayo de 2013 una camioneta interceptó el vehículo de los activistas y seis sujetos armados los obligaron a bajar.
El dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda) Arturo Hernández Cardona, correligionario de Abarca, fue hallado muerto junto con otras dos personas varios días después.
Mendoza Villa afirma que en 2013 presenció el momento en que Abarca mató de un disparo en la cabeza a Hernández Cardona.
