Ni las sustancias peligrosas se salvan del robo en carreteras

Ni las sustancias peligrosas se salvan del robo en carreteras

Foto: Enfoque FreePik

La Coordinación Nacional de Protección Civil alertó ayer por el robo de una camioneta en la cual transportaban nueve cilindros de gas cloro, un químico altamente tóxico que podría ser letal al contacto humano.

 

La camioneta que transportaba estos cilindros fue robada en el municipio de Chilpancingo, Guerrero; sin embargo, como medida precautoria la Coordinación Nacional de Protección Civil emitió alertas a los estados vecinos para que estén prevenidos en caso de su localización.

 

¿Qué es el gas cloro?

 

El gas cloro está contenido en cilindros muy similares a los utilizados para el traslado de otros gases como puede ser el LP, el oxígeno, entre otros.

 

Se trata de un gas inorgánico que generalmente se distribuye en cilindros con capacidades que van de los 65 a los 907 kilogramos, el cual tiene un uso en la industria para la limpieza o purificación del agua.

 

Algunas empresas utilizan el gas cloro para tratar el agua gracias a sus propiedades desinfectantes, pero principalmente en la industria papelera se utiliza como un agente blanqueador.

 

Su manejo es de extremo cuidado, pues es altamente reactivo y puede tener alteraciones violentas al entrar en contacto con otros líquidos, sólidos o gases, principalmente hidrocarburos como la gasolina o el diésel.

 

En países de Europa hay una mayor regulación para su manejo debido a que hay antecedentes de ser utilizado como un arma química, pues una sobreexposición de un humano a este gas podría provocarle la muerte.

 

¿En verdad se roban el químico?

 

A 24 horas de que se emitió la alerta, la misma continúa activa y no ha sido posible localizar la camioneta ni los nueve contenedores de gas cloro, aunque como ya ocurrido en otros casos, podría ser cuestión de horas para que este químico aparezca.

 

Hay casos en que la Coordinación Nacional de Protección Civil ha emitido alertas por el robo de químicos, aparatos o sustancias peligrosas para la población, que aparentemente fueron robadas por error.

 

En septiembre del año pasado, se emitió una alerta por el robo de una fuente radioactiva en el Estado de México, la cual tenía un uso industrial y necesitaba de un tratamiento especializado para evitar alguna fuga de su contenedor.

 

Una semana después de la alerta, se dio conocer que la misma ya había sido localizada, y es que aparentemente los responsables únicamente pretendían apoderarse de la unidad que la transportaba, sin saber lo que contenía.

 

En abril de 2019, también se emitió una alerta por el robo de un tractocamión acoplado a una pipa en el cual se trasladaba ácido fosfórico, un químico altamente tóxico.

 

Apenas unas horas después de que se emitió la alerta, el contenedor con este químico fue recuperado en inmediaciones del municipio de Huejotzingo; sin embargo, los delincuentes se llevaron la cabeza del tráiler, que aparentemente era lo único que les interesaba.

 

Algunos químicos son más fáciles de colocar en el mercado negro y esto hace que su robo sea deliberado, como ya ocurrió en enero del 2020 con un cargamento de 300 kilogramos de sosa cáustica líquida.

 

El robo ocurrió en la autopista México-Pachuca, pero se emitió una alerta a nueve estados incluido Puebla.

 

A diferencia de los casos anteriores, los delincuentes abandonaron la cabeza del tráiler y se llevaron el contenedor donde era trasladada la sosa cáustica, así como sacos con sodio anhidro y ácido cítrico, materiales que son utilizados en diferentes industrias.

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