Aumenta la mortalidad infantil en Estados Unidos tras décadas de declive

Aumenta la mortalidad infantil en Estados Unidos tras décadas de declive

Foto: Unsplash

En un informe del director emérito del Centro de Sociedad y Salud de la Universidad Virginia Commonwealth, Steven Woolf, se revela que las tasas de mortalidad infantil en Estados Unidos han experimentado un preocupante aumento, alcanzando su nivel más alto en casi 15 años. Según la investigación difundida por The Wall Street Journal, este incremento se debe principalmente a homicidios, sobredosis de drogas, accidentes de tráfico y suicidios.

 

Aunque el Covid-19 no fue una causa principal de muerte entre los jóvenes, los investigadores señalan que los efectos sociales generados por la pandemia han exacerbado los problemas de salud pública, como el aumento de la ansiedad y la depresión. El fácil acceso a las armas de fuego, el comportamiento peligroso al volante y el uso de drogas más letales también han contribuido al aumento de las tasas de mortalidad.

 

El análisis de las estadísticas federales de mortalidad dirigido por Woolf reveló que entre 2019 y 2020, la tasa de mortalidad general en el grupo de edad de 1 a 19 años aumentó un 10,7 %, y experimentó un incremento adicional del 8,3 % al año siguiente. Según Woolf, este es el mayor aumento en dos años consecutivos en el medio siglo de seguimiento público de estas cifras por parte del gobierno.

 

Si bien otros países desarrollados como el Reino Unido, Alemania, Canadá y Noruega también han experimentado un aumento en las muertes entre los jóvenes durante este periodo, Estados Unidos destaca como el único país en el que las armas de fuego son la principal causa de muerte entre los jóvenes.

 

 

La investigación revela que los suicidios entre los estadounidenses de 10 a 19 años comenzaron a aumentar en 2007, mientras que las tasas de homicidios en ese grupo de edad comenzaron a subir en 2013. La pandemia ha agravado aún más la situación, con un aumento en las muertes de jóvenes por suicidio, homicidio, sobredosis de drogas y accidentes de tráfico.

 

Según el estudio dirigido por Woolf utilizando datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el coronavirus representó la tercera causa del aumento de la mortalidad entre los jóvenes en 2020 y 2021, siendo responsable de aproximadamente una décima parte y una quinta parte de dicho incremento, respectivamente.

 

El caso de Joshua Gillihan, mencionado en el informe, ejemplifica el impacto de la pandemia en la salud mental de los jóvenes. Joshua, de 11 años, experimentó un cambio drástico en su vida cuando la pandemia cerró su escuela en los suburbios de Houston en marzo de 2020. Su madre, Kim Gillihan, relató que Joshua, quien nunca había estado deprimido, experimentó un aumento preocupante en los niveles de ansiedad debido a la interrupción de su rutina y los complejos adolescentes que enfrentaba.

 

Joshua perdió la vida debido a la toxicidad del fentanilo, una droga sumamente peligrosa. El descubrimiento se produjo cuando su padre encontró marihuana en la mochila de Joshua, lo que llevó a su familia a buscar asesoramiento al percatarse de su consumo regular. Aunque comenzó a recibir tratamiento para la depresión y parecía progresar favorablemente, una mañana su madre encontró su cuerpo sin vida en la cama. La autopsia reveló que la causa de su muerte fue la ingestión de fentanilo puro. La forma en que obtuvo esta sustancia mortal aún sigue siendo un misterio.

 

"Pensábamos que estábamos haciendo todo lo correcto", expresó la madre de Joshua.

 

Según una investigación reciente, los adolescentes y niños mayores, en el rango de edades de 10 a 19 años, representan una gran parte de este preocupante incremento. Específicamente, los varones experimentan tasas de mortalidad hasta el doble en comparación con las chicas.

 

 

La doctora Lois Lee, especialista en urgencias pediátricas del reconocido Hospital Infantil de Boston y presidenta del Consejo de Prevención de Lesiones, Violencia y Envenenamiento de la Academia Americana de Pediatría, advierte que cada vez se registran más casos de pacientes jóvenes enfrentando crisis de salud mental, incluso niños tan pequeños como de 8 a 10 años con ideas suicidas. El impacto de esta creciente problemática es tal que los pacientes jóvenes pueden llegar a esperar días o incluso semanas en servicios de urgencias hasta encontrar un lugar disponible en un centro psiquiátrico, debido a la preocupante escasez de servicios de salud mental.

 

Otro aspecto preocupante que arroja la investigación, liderada por Woolf, es el cambio en las tasas de mortalidad según el grupo étnico. Al inicio de la pandemia, los adolescentes negros representaban aproximadamente dos tercios de las víctimas de homicidio en el rango de edades de 10 a 19 años, una cifra que ha aumentado significativamente en comparación con hace dos décadas. Históricamente, los adolescentes blancos tenían una mayor propensión a morir por sobredosis de drogas, pero en el año 2020, el incremento en las tasas de muertes por este motivo entre los adolescentes negros e hispanos ha reducido esa brecha.

 

Además, durante la pandemia se ha observado un aumento en las muertes relacionadas con accidentes de tráfico, a pesar de que la circulación en las carreteras se ha visto disminuida. Los expertos señalan que la ausencia de otros vehículos ha llevado a conductores a adoptar conductas más temerarias, y las distracciones ocasionadas por los teléfonos móviles han contribuido a que los accidentes sean aún más mortales en los últimos años.

 

Otro factor surgido durante la pandemia es el incremento en el consumo de alcohol, lo cual ha contribuido al aumento de muertes relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol.

 

Frederick Rivara, investigador de la Universidad de Washington, advierte que estos alarmantes aumentos en las muertes entre jóvenes continuarán persistiendo debido a la falta de atención adecuada a la salud mental y a la fácil accesibilidad de armas.

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