Aficionados del Barça arrancan señales y butacas del Camp Nou como “recuerdo”

Aficionados del Barça arrancan señales y butacas del Camp Nou como “recuerdo”

Foto: Unsplash

El FC Barcelona se despidió este domingo con una victoria en su último partido en el Camp Nou antes de su remodelación. El conjunto azulgrana jugará la próxima temporada en el Estadi Olímpic Lluís Companys.

 

Tanto en el césped como en la grada, se vivió una fiesta de despedida. Los aficionados aprovecharon la ocasión para llevarse recuerdos, arrancando señales de rotulación y asientos del estadio.

 

La directiva del Barcelona confirmó que lanzarán próximamente la “memorabilia” del actual Spotify Camp Nou. Esta iniciativa permitirá a los socios y aficionados adquirir de forma preferente y a precio reducido elementos simbólicos del estadio, como asientos y césped. Posteriormente, estos objetos estarán disponibles para el resto de los aficionados a nivel mundial.

 

 

A pesar de las advertencias de la vicepresidenta institucional del club, Elena Fort, que indicó que estaba prohibido arrancar los asientos, muchos socios hicieron caso omiso y se llevaron los asientos como recuerdo. El robo llevó a la seguridad privada del club a efectuar controles en la salida para evitar la sustracción de objetos.

 

Algunos aficionados más ingeniosos lograron llevarse los asientos de manera más discreta, metiéndolos en bolsas durante el partido. Sin embargo, las cámaras captaron estas acciones y las imágenes se viralizaron en internet.

 

En las redes sociales, varios aficionados habían expresado su intención de llevarse una parte del estadio antes del encuentro. Uno de ellos explicó: "Para el domingo, ya tengo el abono y la llave inglesa preparada para la silla. Llevo pagados miles y miles de euros por ella, y ahora no me van a hacer pagar un euro para llevármela".

 

 

Este tipo de situaciones no son inusuales en el futbol. En 2017, algunos aficionados del Atlético de Madrid se llevaron sus asientos del Vicente Calderón después de un partido contra el Real Madrid en la Champions League. Este incidente llevó al club a permitir a los abonados llevarse sus asientos al final de la temporada, cuando el estadio cerró sus puertas definitivamente para trasladarse al Civitas Metropolitano.

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