El Salvador inicia nueva ofensiva ante intentos de reagrupación de pandillas

El Gobierno de El Salvador desarrolla desde este 29 de mayo una nueva ofensiva contra las pandillas o maras para impedir cualquier esfuerzo de las bandas criminales de reagruparse después de los fuertes golpes asestados por las autoridades.

"Hemos iniciado la ofensiva contra los remanentes de las estructuras terroristas que el presidente Nayib Bukele ordenó hoy al Gabinete de Seguridad para erradicar cualquier intento de reagrupación", informó cerca de la medianoche la Presidencia de la República en sus redes sociales.

Agregó que la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil están desplegadas en todo el territorio nacional cumpliendo varias acciones, entre ellas "controles vehiculares para garantizar que ningún delincuente salga de la zona y que los conductores porten sus documentos en regla".

El comunicado oficial precisa que otras acciones que realizan los soldados y policías son operativos de intervención en las comunidades, registros preventivos y verificación de documentación para evitar el hurto de viviendas.

La Presidencia había anunciado el 28 de mayo una reunión de Bukele con los integrantes del gabinete de seguridad, en un breve mensaje que subraya que el Gobierno está ganando la guerra contra las pandillas.

Además, adelanta la decisión de lanzar la ofensiva contra los remanentes de las estructuras delincuenciales "para evitar cualquier intento de reagrupación, como estaba ocurriendo en Nueva Concepción", municipio del norteño departamento de Chalatenango, donde 16 pandilleros atacaron a tiros a una patrulla de la policía y asesinaron a uno de los agentes.

Bukele ordenó poco después un cerco de la zona con 5.000 soldados y 500 policías y hace tres días las autoridades anunciaron la detención de tres de los autores del atentado y otros 50 miembros de una pandilla que operaba en la zona.

La Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil mantienen operaciones similares en el municipio de Soyapango, el tercero más poblado del país, y las comunidades capitalinas Tutunichapa y La Granjita, donde operaban grupos de narcotraficantes.

Los cercos forman parte de la quinta fase del Plan de Control Territorial aplicado por el Gobierno tras la toma de posesión de Bukele el 1 de junio de 2019.

Además, desde el 27 de marzo de 2022 está vigente un régimen de excepción en el país, que fue decretado tras un fin de semana donde los ataques de los pandilleros provocaron la muerte de 87 personas.

De acuerdo con las autoridades, con ambas medidas El Salvador pasó de ser uno de los países más violentos del mundo al más seguro de América, y la tasa de homicidios bajó de un pico de 106,3 por cada 100.000 habitantes en 2015 a 7,8 en 2022, y 2,1 en lo que va de este año.