Casas prefabricadas, ¿el futuro de la vivienda?

Casas prefabricadas, ¿el futuro de la vivienda?

Foto: FreePik

En las últimas semanas, uno de los productos que más llamó la atención fue el auto compacto de 20,000 pesos, a pesar de no cumplir con las normas de circulación en México. Ahora, hay una nueva tendencia: las casas prefabricadas, cuya instalación se anuncia más rápida que una edificación convencional, por lo que despierta el interés de muchas personas. 

 

Estos inmuebles se venden como la innovación para las viviendas, pues se pueden construir aproximadamente en tres meses y, supuestamente, con la misma seguridad de una casa de otros materiales. En este sentido, están hechas de insumos hechos con anterioridad y solo se necesita un terreno donde colocar una plancha de concreto para empezar a armarla. 

 

En Estados Unidos, incluso se venden en línea a través de la página de “The Home Depot”, con precios que van de los 43,832 hasta 33,114 dólares, es decir, 769,536.51 o 581,365.94 pesos. Si bien resulta alentador, la compra no incluye ningún complemento como puertas, ventanas, instalación eléctrica o drenaje. 

 

Respecto a sus dimensiones, tienen área de 540 pies cuadrados (50.1 metros), altura de 19 pies (5.7 metros), ancho de 17 (5.1 metros), y largo de 32 (9.7 metros). Sin embargo, solo cuenta con un baño y una habitación, aunque se da garantía de 50 años en los marcos de acero que la sostienen, sumado a que no es idónea para zonas sísmicas. 

 

En México también hay empresas que las ofrecen, como Casa Prefabricada o Cabin, con precios que varían conforme a las adecuaciones y necesidades del comprador. Estas deben ponerse sobre una base de concreto mínima de 10 centímetros de grosor, pueden ser de una a tres plantas, con estructuras metálicas de acero que la sostienen. Una de 42 metros cuadrados alcanza un costo de 300,000 pesos, pero cambia según los requerimientos. 

 

El recubrimiento de la estructura consta de paneles hechos de hormigón para la cubierta exterior, de yeso para el interior con materiales de aislamiento térmico acústico e instalaciones generales hidrosanitarias y eléctricas. 

 

El sitio asegura que sus materiales son de bajo impacto ambiental, con vida de 150 años y resistentes a fuego, sismos y climas extremos de viento y lluvias. 

 

El área aproximada de 60 metros cuadrados demora en terminarse 30 días, aunque dependerá del diseño y las adecuaciones que se le agreguen. También las hay con bases de madera, hormigón y PVC. Las dimensiones se hacen a petición o diseño del comprador, acorde al uso que se le dé. 

 

Las más básicas fabricadas por Cabin son ideales para habitar en vacaciones o como segundo hogar, con importe de 998,000 a 1 millón de pesos. Incluye una habitación con área de 45 m2, largo de 7.2, ancho de 4.8 metros y altura de 4.1 metros. Las más equipadas con jacuzzi, alberca o sistema de energía solar se elevan a 2 millones. La diferencia de las anunciadas en esta página es que son aptas para remolcar o emplazadas igualmente en una cimentación de concreto. 

 

Despierta incertidumbre por las cuestiones jurídicas y de impuesto, ya que, al ser tan pequeñas y fáciles de armar, no se sabe si hay diferencias con una casa normal. Naturalmente, aquellas que se colocan fijamente en un terreno sí deberán pagar por servicios como agua potable, drenaje, electricidad y demás impuestos, algo que no hacen los rodantes. Los remolques que no se librarán de esto son aquellos que se destinen a uso comercial como renta o Airbnb. 

 

Por otra parte, en lo que concierne a los permisos correspondientes para construir, el director de una de estas empresas, Israel Tagle Barrera, asegura que no hay demasiados impedimentos para el armado de estas casas. Inclusive ha dicho que, en estados como Morelos o Puebla, las construcciones menores a 60 metros cuadrados no requieren ningún tipo de permiso ni autorización. 

 

Lo único a cumplir es el aviso de que en determinado sitio ahora existe un inmueble fijo en un terreno y no una casa móvil. 

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