¡No creas todo lo que escuchas! Hay creencias erróneas sobre el cáncer de próstata

¡No creas todo lo que escuchas! Hay creencias erróneas sobre el cáncer de próstata

Foto: FreePik

Uno de los padecimientos más graves que afecta a los hombres es el cáncer de próstata, del que cada año se registran miles de casos y terminan con la vida de muchos. Aun con el conocimiento del riesgo, hay muchos hombres que se niegan a hacer un procedimiento de detección, principalmente por lo intrusivo que puede ser, pero igualmente porque ignoran lo que esta enfermedad implica.

 

En el plano internacional, las cifras son igual de grandes, pues de acuerdo con la Sociedad Americana de Oncología Clínica cada año hay más de 1.4 millones de casos de este padecimiento. Esto es algo que también se replica en México, pues es el cuarto cáncer más común en el país.

 

De acuerdo con Miguel Ángel Jiménez Ríos, jefe del Departamento de Urología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología, (INCan), en México cada año se detectan más de 25,000 casos de cáncer de próstata, los cuales resultan en más de 7,500 muertes anuales. Una constante es la detección tardía, pues al menos siete de cada diez llegan con la enfermedad bastante avanzada.

 

Cada 11 de junio se conmemora el Día Internacional del Cáncer de Próstata, para concientizar a la población sobre la importancia de los chequeos para la detección oportuna que ayude a tener un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones. La próstata es una glándula solo presente en los hombres, debajo de la vejiga y que sirve para la producción de semen y protección de la parte genital contra gérmenes y patógenos.

 

A pesar de que es un padecimiento potencialmente mortal, hay muchos mitos alrededor que no suman al rastreo a tiempo. Uno de estos es la falsa creencia de que es una enfermedad única en hombres de edad avanzada. Si bien es cierto que los adultos mayores son más propensos a desarrollar cáncer de próstata, también es un peligro para los más jóvenes.

 

Para este cáncer hay factores como edad, pero también el factor genético. Si hay historial de familiares con cáncer de próstata, es más probable que los adultos también lo padezcan a edades más tempranas de las comunes. Aproximadamente, el 60 % de los casos es en etapas de 66 años o más, pero el resto, aunque es más raro, se da en sujetos de 40 o 50 años.

 

Un tabú, y algo que frena a muchos hombres a no hacerse un chequeo, es la forma en que este se hace. El examen mediante tacto rectal consiste en que un especialista introduzca un dedo lubricado en el ano para palpar la glándula y detectar alguna anomalía en tamaño o la presencia de un tumor. Este no dura más allá de segundos o un par de minutos, pero es la mejor forma de descubrirlo.

 

A pesar de que existen otras pruebas como el registro de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) y sistemas de detección de imagenología como resonancias magnéticas, estas no son igual de precisas o solo dan imágenes que no detallan un tumor. Para muchas personas esto podría ser un procedimiento intrusivo, por lo que se rehúsan a hacerlo y ello resulta en no encontrar a tiempo el padecimiento.

 

Otra concepción errónea es que la exploración por biopsia puede hacer que el cáncer se propague a otras partes del cuerpo. Este método se lleva a cabo con la introducción de una aguja para recolectar tejido de la próstata, a fin de determinar si hay células sospechosas malignas en la glándula.

 

Algo real es que hay la posibilidad de otras complicaciones como infecciones o sangrado pronunciado, dificultades para orinar o presencia de sangre en la orina y el semen, pero es falso que las células cancerígenas se esparzan a otros órganos a causa de una biopsia.

 

Al ser detectados, hay quienes piensan que el tratamiento por cirugía deviene en disfunción eréctil o impotencia sexual. Mediante la cirugía se pueden dar daños a los nervios por la extirpación o disminución de testosterona, lo que a su vez provoca dificultades para lograr o mantener una erección. Otras formas de atacar el cáncer se enfocan en disminuir las hormonas masculinas, como la testosterona.

 

Estas eventualidades son latentes, poco comunes, pero que no se da en todos los casos y en quienes sí sucede se puede revertir con otros tratamientos que hagan posible la vida sexual con los años.

 

La mejor alternativa siempre será apostar por la prevención con chequeos médicos, dejando de lado temores o tabús. Lo recomendable es que los hombres se hagan pruebas de control de PSA una vez al año o cada dos años para tener control de posibles aumentos que den signos de algún cáncer.

 

En cuanto al tacto rectal, lo ideal es que, a partir de los 40 años, los hombres se sometan a este procedimiento una vez al año. Es primordial acudir con un especialista en caso de notar algún cambio, dolor intenso o sangrado en la ropa interior o materia fecal, pues así se podrá saber si hay riesgos. No se debe descartar la cita regular con un médico, pues a diferencia del cáncer de mama, la autoexploración no es factible para hacer un diagnóstico oportuno.

Notas Relacionadas