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La ministra de Turismo de Francia, Olivia Grégoire, presentó un plan para regular la afluencia de visitantes a los lugares más populares en el país y propuso una estrategia para combatir el turismo excesivo. Precisó que el aumento de los viajeros amenaza el medio ambiente, la calidad de vida de los habitantes y la experiencia de los visitantes.
En palabras de Olivia Grégoire, Francia necesita sobre todo gestionar mejor la afluencia de viajeros en temporada alta. Agregó que el Gobierno va a crear un grupo de seguimiento del sector para identificar los lugares más amenazados y elaborar estrategias para fomentar las visitas fuera de temporada.
"Francia es el primer destino turístico del mundo, pero tenemos una grave carencia de datos (...) El Gobierno, en colaboración con las autoridades regionales y los lugares turísticos, debe poner en marcha medidas de información a los turistas y a la población local, y ayudar a gestionar las aglomeraciones", declaró al diario Figaro.
Precisó que un objetivo clave será conseguir que los influencers de las redes sociales difundan los riesgos del turismo excesivo, por ejemplo, animando a las personas a buscar lugares fuera de los caminos populares o a hacer viajes fuera de los meses de verano. Añadió que, no obstante, también se podrían aumentar los impuestos sobre el alojamiento o las tasas de acceso para ayudar a las comunidades a hacer frente a los costes de acoger a las multitudes de visitantes.
"Tenemos que proteger las zonas frágiles, hemos perdido el 30% de nuestra biodiversidad en 25 años (...) Necesitamos una estrategia concertada de desarrollo turístico para que esta afluencia se reparta en destinos y temporadas", declaró a AFP Didier Arino, jefe del grupo consultivo Protourisme.
Actualmente, los viajes internacionales aumentan tras los cierres de COVID-19. Muchos de los lugares franceses más venerados, como la abadía del Mont-Saint-Michel en Normandía, están llenos por el número de visitantes. La famosa playa de Étretat, en el canal de la Mancha, experimentó también un aumento del turismo gracias a la trama de la serie policíaca de Netflix Lupin.
La isla francesa de Bréhat, situada frente a la costa del Reino Unido, se unió a una serie de populares lugares de Francia al anunciar planes para restringir el número de visitantes permitidos al día. Varios sitios impusieron cuotas de visitantes o exigen reserva previa a los viajeros, como el parque nacional de Calanques, cerca de Marsella, y el parque nacional de la isla de Porquerolles, frente a la costa sureste de Francia, ambos con la esperanza de preservar el paisaje.
