¿Identificándose como animales? Esto es ser transespecie

¿Identificándose como animales? Esto es ser transespecie

Foto: Twitter

Hoy en día las conversaciones en torno a la autopercepción son polémicas y, en ocasiones, poco comprendidas, pero casi siempre se entiende que es sobre humanos. Ahora hay nuevas temáticas que evocan a la percepción de las personas sobre otras especies, es decir, individuos que no se identifican como humanos.

 

A este fenómeno se le conoce como transespecie, cuando una persona se siente más conectada con otro tipo de seres vivos, principalmente animales, que con los humanos. Recientemente esto causó controversia en el Reino Unido, pues se dijo que una docente en un colegio de Sussex ofendió a una alumna por referirse incorrectamente a una estudiante que se percibía como gata y por tratar de corregir sus creencias e ideología.

 

Ahora el colegio está bajo investigación de la Secretaría de Educación británica porque se prohíbe la enseñanza con ideología en los colegios, además de que el gobierno instruirá sobre cómo tocar estos temas en las escuelas. Después de esto, ¿a qué se refiere completamente el término transespecie?

 

 

El concepto es similar a la transexualidad, pero en lugar de cambiar de género, se hace de especie a animal. No hay limitaciones, ya que hay quienes se consideran perros, gatos, reptiles o aves, y más allá de sentirse de tal forma, hacen esfuerzos para lucir como la especie de preferencia, a veces con operaciones, injertos y tatuajes o con vestimenta que lo emule.

 

Al sentirse atrapados en la morfología de un humano con la que no se identifican, las personas transespecie comienzan a adoptar conductas propias de los animales, ya sea caminando en cuatro patas, o alimentándose en platos de mascotas y comiendo del mismo modo que un perro. Algo que suele provocar rechazo para muchos es el hecho de que también sean zoosexuales.

 

Esto quiere decir que gustan de tener relaciones sexuales con animales, pero a diferencia de los zoofílicos, aseguran que se hace con más cuidado, respeto y consentimiento, aunque no se detalla cómo se consigue esto. Otra forma de referirse a ellos es con la palabra “otherkin”, por no sentirse completamente como humanos o sólo parcialmente.

 

Desde el punto de vista de la sicología, la especialista Gay A. Bradshaw ha propuesto que los humanos y los animales no humanos compartimos rasgos cognitivos y de pensamiento, al igual que emociones, por lo que no es descabellado que algunas personas empaticen mayormente con el pensamiento animal.

 

Hay sectores que consideran que esta identificación podría clasificarse como algún trastorno, ya sea de personalidad múltiple o disforia corporal, pero no existe un diagnóstico concreto sobre la transespecie y tampoco se ha dado una denominación como patología o enfermedad sicológica. Dado que otras orientaciones como la transexualidad meramente humana ya no es clasificada como una enfermedad o trastorno, se plantea que esta novedosa identidad tampoco lo sea.

 

 

Los transespecie comúnmente son discriminados por quienes no dan lugar a su identidad y los rechazan, por lo que han creado redes de apoyo y asociaciones en las que se da voz a las identidades no humanas.

 

De igual forma, desde un punto de vista científico tampoco se han hecho análisis específicos para llegar a una determinación que dé certeza sobre lo que es la transespecialidad. En dado caso, se sigue remitiendo a la perspectiva de la identidad y la autopercepción. Esto sí termina impactando en las relaciones con otros humanos, pues alguien que se comporta como perro o gato difícilmente crea lazos con alguien que no comparte esas ideas o simplemente no las entiende.

 

Una explicación que se ha acoplado más es la del trastorno del miembro fantasma, que significa que hay quienes sienten que tienen o tuvieron una extremidad que les ha sido amputada. En algunos casos hay quienes manifiestan haber tenido cola y luego se les retiró, lo que desencadena la idea de que en realidad son de otra especie, aunque no es una respuesta final ni adoptada por todo el mundo.

 

 

Desde ninguna perspectiva se ha dado una explicación 100 % certera de lo que origina que alguien sea transespecie, por lo que tampoco hay algo que lo refute o lo acepte, lo que deja en el limbo la forma de tratar o referirse a quienes se saben y sienten de otras especies.

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