El asombroso paralelismo entre una novela olvidada y el trágico hundimiento del Titanic

El asombroso paralelismo entre una novela olvidada y el trágico hundimiento del Titanic

Foto: Twitter

En el año 1898, el escritor y marino estadounidense Morgan Robertson publicó una novela titulada "El hundimiento del Titán", inicialmente lanzada como "La inutilidad". Durante mucho tiempo, este libro pasó desapercibido, pero su trama cobró un aterrador significado años después. Según recuerda la revista National Geographic, la historia ficticia de Robertson se convirtió en realidad cuando el Titanic se hundió en la madrugada del 15 de abril de 1912. 

  

La novela relata la historia de un transatlántico llamado Titán, que era considerado "insumergible" y se dirigía a observar los restos del Titanic. El buque ficticio, al igual que el Titanic real, choca contra un iceberg en su recorrido hacia Irlanda, causando la muerte de la mayoría de sus pasajeros. Sorprendentemente, solo 13 personas sobreviven a este desastre ficticio. 

 

 

 

Resulta intrigante ver las similitudes entre el Titán de la novela y el Titanic real, ya que ambos barcos tienen nombres similares y tenían dimensiones comparables: el Titanic medía 267 metros de longitud, mientras que el Titán ficticio alcanzaba los 244 metros. Además, ambos transatlánticos sufrieron la falta de botes salvavidas para la cantidad de pasajeros a bordo y ambos naufragaron en el mes de abril. Con la gran diferencia de que en la novela solo 13 personas logran salvarse, pero en la vida real alrededor de 700 personas sobrevivieron al hundimiento del Titanic. 

  

El autor, Morgan Robertson, había trabajado en la marina durante más de dos décadas, afirmó que se inspiró en un sueño para escribir esta historia, pero muchas personas consideran esto como una profecía. Sin embargo, no es extraño que Robertson haya tocado este tema, debido a su pasado como marinero y la exposición a situaciones de peligro similares. Varias de sus obras anteriores también se basaron en eventos que había presenciado en el mar, como un suceso similar al ocurrido en Pearl Harbor. 

  

El artículo de National Geographic revela que en aquella época no se requería una cantidad específica de botes salvavidas en relación con el número de pasajeros, sino que se determinaba según el tonelaje del barco. Por lo tanto, era común que los trasatlánticos no contaran con suficientes botes para todos los tripulantes. Además, el hecho de que tanto el Titanic como el Titán se hayan hundido en abril no resulta pues es durante la primavera y el verano cuando los barcos navegaban con mayor frecuencia. 

 

 

 

La publicación de esta novela, que pareció simple ficción en su momento, ahora tiene un carácter asombroso al reflejar varios elementos del trágico desastre del Titanic. Aunque es difícil determinar si fue una coincidencia o una intuición premonitoria, "El hundimiento del Titán" se ha convertido en un ejemplo de cómo la imaginación logra captar detalles que se asemejaban a la realidad. Aunque la novela no detalla información adicional sobre el desastre del Titanic, su similitud en términos de nombres, dimensiones, falta de botes salvavidas y el choque con un iceberg ha dejado perplejos a muchos lectores. 

  

Aunque la novela de Morgan Robertson fue escrita hace más de un siglo, su relevancia perdura hasta hoy. Y continúa siendo objeto de estudio y discusión, alimentando el debate sobre las posibilidades de predicción en la literatura y la misteriosa conexión entre la creatividad y la realidad

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