Agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea no está inactivo

Agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea no está inactivo

Foto: Unsplash

El agujero negro supermasivo que se sitúa en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, no está tan dormido como se pensaba, según un nuevo estudio publicado en 'Nature'. Se despertó hace unos 200 años antes de volver a la 'hibernación' y aún no se sabe la razón.

 

Según los investigadores, el observatorio espacial IXPE de la NASA detectó un eco en rayos X de este poderoso resurgimiento de la actividad.

 

El agujero negro supermasivo Sagitario A* – abreviado Sgr A* – es cuatro millones de veces más masivo que el Sol. Se encuentra a 27.000 años luz de la Tierra, en el centro de la espiral de la Vía Láctea. En 2022, los astrónomos revelaron la primera imagen del agujero negro, o mejor dicho, del brillante anillo de gas que rodea su negrura.

 

Sgr A* "siempre se ha considerado un agujero negro inactivo", afirma Frederic Marin, investigador del Observatorio Astronómico de Estrasburgo (Francia) y primer autor del estudio.

 

La mayoría de los agujeros negros supermasivos que se sitúan en el centro de sus galaxias entran en letargo tras engullir toda la materia cercana. "Imagínese un oso que entra en hibernación tras devorar todo lo que le rodea", explica Marin.

 

Pero el equipo internacional de investigadores descubrió que, hacia finales del siglo XIX, Sgr A* salió de su letargo y consumió todo el gas y el polvo que se encontraba cerca. Este fenómeno duró entre varios meses y un año, antes de que el agujero negro volviera a hibernar.

 

Cuando estaba activo, el agujero negro era "al menos un millón de veces más brillante de lo que es hoy", explica Marin.

 

Su despertar fue perceptible porque las nubes moleculares galácticas cercanas empezaron a emitir mucha más luz de rayos X. El aumento de la luz de rayos X fue como "si una sola luciérnaga escondida en un bosque se volviera de repente tan brillante como el Sol", explica la agencia de investigación francesa CNRS en un comunicado.

 

Los astrónomos que utilizaron el observatorio espacial IXPE (Imaging X-ray Polarimetry Explorer) de la NASA consiguieron rastrear la luz de rayos X y descubrieron que apuntaba directamente hacia Sgr A*.

 

El agujero negro "emitió un eco de su actividad pasada, que logramos observar por primera vez", dijo Marín.

 

La atracción gravitatoria de los agujeros negros es tan intensa que nada puede escapar, ni siquiera la luz. Pero cuando la materia es succionada más allá del límite final del agujero negro, conocido como horizonte de sucesos, emite una enorme cantidad de calor y luz antes de desaparecer en la oscuridad.

 

Aún no se sabe con exactitud qué provocó que Sgr A* saliera brevemente de su estado de letargo. Los astrónomos esperan que las nuevas observaciones del observatorio IXPE les ayuden a comprender mejor lo sucedido, y tal vez revelen más cosas sobre el origen de los agujeros negros supermasivos, que sigue rodeado de misterio.

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