De simple irritación hasta cáncer: esto provoca la contaminación del aire en México

De simple irritación hasta cáncer: esto provoca la contaminación del aire en México

Foto: Enfoque

México es uno de los países con mayor nivel de contaminación del aire en América Latina; al menos 98.6% de los más de 126 millones de sus habitantes están expuestos a altos índices de polución, lo que genera graves secuelas para la salud.

 

"La proporción de población expuesta a niveles de contaminación del aire que suponen un riesgo para la salud humana (PM 2.5 a más de 10 microgramos por metro cúbico) fue de 98.6%, situándose por encima del 95.4% registrado en América Latina y el Caribe, y de 61% en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)", se lee en el informe "Perspectivas económicas de América Latina 2022: Hacia una transición verde y justa", que fue publicado este año por el organismo.

 

Esto es preocupante para la sociedad mexicana y su bienestar. El maestro en geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Carlos Ruiz Abad expone en entrevista para Sputnik las repercusiones de respirar aire con altos niveles de polución.

 

"Los efectos de la contaminación atmosférica en la salud son muy grandes. Hay afectaciones en los sistemas respiratorios, circulatorio y, de manera más profunda, en el endócrino y en las funciones reproductivas (...). Hay análisis que comprueban que la mayor concentración de contaminantes y la alta exposición a ellos causarán, a corto y largo plazo, reacciones negativas en el cuerpo", detalla el universitario.

 

Padecimientos derivados de la polución

 

Ruiz Abad, quien ha realizado diversos estudios sobre la relación de la geografía con la salud, explica que entre los padecimientos más frecuentes causados por la contaminación del aire destacan la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón, infartos u obstrucciones arteriales.

 

"Otra parte del cuerpo que también resulta afectada es la piel, ya que está en contacto directo con el aire; puede causar enrojecimientos y, en el caso de los ojos, irritación", ahonda.

 

Según un análisis de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la contaminación y las sustancias tóxicas anualmente causan al menos 9 millones de muertes prematuras a nivel mundial.

 

De acuerdo con una entrevista realizada por Aristegui Noticias al director de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México, Horacio Riojas, en México ocurren 48.000 de ellas

 

¿Cuáles son los elementos más dañinos?

 

En la emisión, Riojas expuso que, de las 48.000 defunciones por contaminación del aire en México, 14.000 ocurrieron por partículas PM 2.5. Estas son solo uno de los cinco elementos que más afectan a la población.

 

"Se llaman contaminantes criterio y se dividen en dos: primarios [emitidos directamente por actividades humanas] y secundarios [nacidos a partir de los primeros elementos]. Dentro de la normativa oficial de nuestro país tenemos principalmente cinco contaminantes criterio: dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono y las partículas PM 2.5 y PM 10, que pueden ser inhaladas fácilmente", comenta el maestro en geografía por la UNAM.

 

Anteriormente, también se analizaba la prevalencia de plomo en el aire pero, al existir más restricciones sobre su uso y la refinación de los combustibles, pasó a segundo plano.

 

Aunque el tema de la contaminación del aire —también conocida como contaminación atmosférica— parece ser nuevo, ha sido estudiado desde las primeras décadas del siglo XX. Según rememora el experto, al menos en el país latinoamericano se analiza a partir de la década de 1940, debido a las tolvaneras que existían en la Ciudad de México en esa época.

 

"Desde 1950, la entonces Dirección de Higiene y Salud de la Ciudad de México confirma la existencia de contaminantes dentro de [la urbe] y desde ahí ya se empiezan a preocupar", localiza Ruiz Abad.

 

"Después de los años 1960, se establece una primera red de monitoreo atmosférico, donde se instalaron alrededor de 10 estaciones, esto con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud [OPS], que tenía interés en saber cómo estaba la polución en los países latinoamericanos (...). Con el paso del tiempo, se constituyó el Sistema de Monitoreo Atmosférico [conformado por varias redes], que está a cargo de la Secretaría del Medioambiente de la [capital mexicana], en conjunto con la Secretaría de Salud", abunda.

 

El experto hace énfasis en que los dispositivos para medir contaminantes en México solo están localizados en las grandes ciudades del país.

 

"No podemos olvidar la zona rural donde, por ejemplo, si hay minería existe una exposición y puede llevar a enfermedades más fuertes, como anemia o cáncer. No obstante, la mayoría de la información que se tiene son las ciudades, obviamente la Ciudad de México es la que prevalece porque tiene más información y más población expuesta por el número de habitantes, pero también hallamos datos de Monterrey, Guadalajara o Mexicali. A grandes rasgos, la población urbana es la que tiende a estar más expuesta a la contaminación atmosférica", reconoce.

 

Un problema con diversos componentes

 

Si bien la contaminación del aire existe y tiene niveles altos, estos han disminuido en comparación con cifras de hace 30 años. Según datos de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), la calidad del aire fue muy mala de 1990 a 2023, aproximadamente. Al inicio de estos registros, los días con contingencias ambientales eran aún más frecuentes que en la actualidad.

 

Medidas como el Hoy No Circula (que regula el flujo vehicular por días de la semana), la verificación obligatoria de los automóviles y los ajustes a las leyes medioambientales y a las maneras de medir los contaminantes han mejorado el panorama, al menos para los habitantes de la capital del país y de su zona conurbada, esencialmente distribuida en localidades del Estado de México.

 

Pero, como afirma el experto en geografía, aún falta trabajo por hacer para que estos índices sean aceptables.

 

"Nunca vamos a llegar a un límite muy bajo [de contaminantes], en el sentido de que somos una de las ciudades más pobladas del mundo, donde la mayoría de la gente usa un transporte privado (...) o camiones y tráileres que emiten gases contaminantes y que, en ocasiones, no cumplen con la verificación correspondiente", asienta.

 

Sumado a esto, se deben comprender las condiciones naturales de cada región. "En el caso de la Ciudad de México, tiene tres periodos de clima: seco-frío, seco-cálido y lluvioso. En este último es poco probable la presencia de una contingencia ambiental porque tenemos una inestabilidad atmosférica", dice.

 

Por ello, Ruiz Abad considera que en este rubro también deben poner aún más de su parte las autoridades locales y federales, que brinden transportes limpios, apuesten por las energías renovables exigiendo a las empresas voltear a ver tecnologías que les ayuden en ello, y por la seguridad de la ciudadanía.

 

"En el caso de la sociedad civil, podemos participar en programas de reforestación, no tirar basura, si sales a un sitio cercano no uses el automóvil (...). Si hacemos ese tipo de cambios, en conjunto con los del Gobierno y empresas, posiblemente podríamos reducir todavía un poco más los niveles de contaminación", concluye.

Notas Relacionadas