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Con el objetivo de que las personas se reúnan a tratar de observar los misterios del cielo, desde 1947 se celebra el Día Internacional del OVNI (Objeto Volador No Identificado). A lo largo de los años, para muchas personas esto ha sido un campo de estudio, pues no se sabe con certeza que son realmente los objetos que a veces se aprecian en el cielo, más allá de las ideas que se tienen gracias a las grandes películas.
Para tener un acercamiento científico sobre lo que hay realmente detrás del fenómeno ovni, el doctor Héctor Simón Vargas Martínez, profesor investigador de la UPAEP, relata que la fascinación por estos eventos obedece a nuestra curiosidad de saber que no estamos solos en el universo, aunque que algunos tienen explicaciones simples desde las ramas de la ciencia.
Él comenta que hay ciertos sucesos, o lo que algunos llamarían “avistamientos”, que tienen definición en la física, pues se deben principalmente a reflexiones de luz o nuestra apreciación del mundo. Argumenta que la percepción general de los sentidos humanos es menor que las de los animales, lo que nos impide ver e interpretar fenómenos naturales.
Un ejemplo de esto es lo que sucede con el sentido de la vista, ya que nuestro rango de visión es limitado e insuficiente para ver todos los espectros de luz en el mundo, a pesar de que es el sentido que más usamos para entenderlo. Al no ver lo que sucede realmente en el cielo, es fácil o común confundir cualquier anomalía con un objeto proveniente del espacio que nos visita desde otro planeta.
“En el cielo, por las reflexiones de la luz, a veces podemos ver cosas raras que no podemos identificar por nuestra capacidad visual, pero que si tenemos algún tipo de aparatos que ya ha inventado el ser humano, ahí casi no se ve nada”, declara el especialista.
En telescopios y radiotelescopios es poco frecuente que se den avistamientos que a simple vista pudieran venderse como ovnis, ya que al ser equipo más sofisticado y con mayor capacidad que nuestros ojos, no aparecen en ningún escaneo del cielo. ¿A qué se debe? Como se menciona, dichos artículos están diseñados para ver más espectros lumínicos de los que los ojos humanos pueden y con eso se eliminan las deformaciones de la luz y algunos fenómenos naturales que no podemos descifrar.
Sin embargo, no niega que hay otros que están lejos de tener certeza y ahí es donde se generan los mitos en torno a las apariciones en el cielo. Cuando la ciencia no otorga una explicación concreta, lo usual es que la gente especule y genere teorías que, sin mucho sustento, afirmen de manera expresa la existencia de seres de otros mundos.
Vargas Martínez señala que hasta la fecha no se tiene conocimiento sobre la posibilidad de que en el universo se pueda desarrollar tecnología para naves que viajen más rápido que la velocidad de la luz. Ahora, las agencias aeroespaciales como la NASA se han propuesto tener más orden para el estudio de los eventos que siguen siendo una incógnita para la humanidad.
Él mismo reitera que para muchos miembros de nuestra especie siempre hay cabida para la idea de que hay más vida inteligente en el universo distante, o que incluso algunos estén tratando de hacer contacto con nosotros.
“Todo camina en el sentido en que no debemos estar solos en el universo, esa es la idea. Hay casos que se deben a la manipulación de la luz, pero hay otros que todavía no se entienden qué cosa es. El universo es tan grande y sí cabe ahí la pregunta, ¿no?”, finalizó el académico.
